miércoles, 6 de marzo de 2019

Decíamos ayer

Tras un mes de descanso, este Rincón reabre sus puertas. Y lo hace al comienzo de la Cuaresma. Como este tiempo litúrgico dura 40 días, tendremos tiempo de sobra para preguntarnos por su significado hoy. No es necesario decirlo todo el primer día. Desde el retiro con los amigos del Rincón el pasado mes de febrero, he pensado diversas maneras de continuar este blog. En algún momento se me ocurrió sustituirlo por mi canal de YouTube, pero enseguida caí en la cuenta de que no sería fácil alimentarlo cuando estoy fuera de Roma. En muchos de los lugares que visito la conexión a internet es muy deficiente y el tiempo disponible muy escaso, así que, por el momento, he decidido continuar con el blog escrito, a sabiendas de que a los más jóvenes es muy probable que se les caiga de las manos. ¿Quién aguanta hoy, en tiempos de dictadura audiovisual, 800 palabras escritas? Y, sin embargo, yo, hijo de la galaxia Gutenberg, sigo creyendo en la fuerza misteriosa de las palabras. Si es verdad que “una imagen vale mil palabras”, también es verdad que “una palabra puede ser más decisiva que mil imágenes”. Mucho depende del contexto y de la oportunidad.

Durante este mes de interrupción del blog han sucedido muchas cosas que me hubiera gustado comentar en su momento. Quiero destacar tres encuentros de alcance muy desigual. El que ha tenido, sin duda, un mayor eco ha sido la reunión del papa Francisco con los presidentes de las conferencias episcopales de todo el mundo para tratar sobre la protección de los menores en la Iglesia. Los medios de comunicación dedicaron amplio espacio a cubrir este evento. Y -como es natural- hubo todo tipo de enfoques y comentarios. A algunos les pareció un gesto profético. ¿Qué institución se atreve a hacer algo semejante? A muchos -incluyendo varias asociaciones de víctimas- les pareció muy poco. Algunos dicen que la “crisis de la pederastia” está cavando la tumba de la Iglesia católica. No lo creo. Está suponiendo, eso sí, una gran humillación. Si se afronta bien, puede constituir también una gran purificación. De las crisis no se sale con documentos programáticos. Siempre que las ha habido -veinte siglos dan para mucho- han sido los santos quienes han sacado las castañas del fuego. ¿Quiénes son los santos que ahora, en este primer tercio del siglo XXI, están sosteniendo la credibilidad de la comunidad de Jesús? No tengo duda: millones de cristianos de a pie que siguen haciendo de Jesús el centro de sus vidas y que no tiran la toalla por muchas dificultades que se presenten en el camino. 

Mientras se celebraba la cumbre sobre la protección de los menores en el Vaticano, yo participé en el congreso La revolución de la ternura. El Corazón de María que se celebró en el auditorio Antonianum de Roma y en la basílica claretiana del Corazón de María.  No tuvo ninguna repercusión mediática, salvo algunas notas breves en medios propios. ¿Cómo contemplar el Corazón de María en este contexto? ¿No suena, a primera vista, como algo del pasado? ¿No es hora de promover, a partir de la espiritualidad cordimariana, una verdadera “revolución de la ternura” que nos ayude a contrarrestar las relaciones tóxicas, abusivas e incluso criminales que contaminan la vida de la Iglesia? La ternura del Corazón de María nos libera de cualquier deseo de dominación y codicia, pero también del peligro de relaciones puramente funcionales que, en realidad, no nos llevan a involucrarnos en la vida de las personas. El reto es claro. En nuestro mundo actual suceden muchas cosas, a menudo contradictorias, que no siempre podemos interpretar bien. Primero debemos conservarlas y meditarlas en el corazón, como María. Además, en una cultura tan competitiva, impersonal y fría como es a veces la nuestra, también necesitamos redescubrir la importancia del corazón, entendido como un símbolo de un amor concreto y tierno. En este contexto se comprende la novedad de la expresión “revolución de la ternura”, utilizada por el papa Francisco en la exhortación apostólica Evangelii Gaudium (n. 88, 288) y en otros documentos. De hecho, el amor como ternura es hoy una forma revolucionaria, alternativa, de entender la vida y la fe.

El tercer acontecimiento es más reciente. Se celebró el pasado fin de semana. Me refiero a los 75 años de la revista Vida Religiosa. Puede parece un asunto familiar, restringido al ámbito de los consagrados. Creo, sin embargo, que las doce ponencias tocan asuntos que tienen que ver con el momento social y religioso que estamos viviendo. Para los interesados en conocer la situación de los jóvenes en España, les recomiendo la ponencia del sociólogo Juan María González Anleo. Es triste comprobar que la sociedad ha abandonado a los jóvenes en los últimos años. Y que, en justa correspondencia, estos han abandonado a la sociedad, aunque siguen manteniendo fuertes vínculos con la familia y los amigos. La prueba es que el grado de asociacionismo es mínimo y que la Iglesia apenas les dice nada. No hay una actitud hostil hacia ella -como en las dos oleadas secularistas del pasado- sino algo quizá peor: una generalizada indiferencia. Todo está conectado. En tiempos de indiferencia y de falta de credibilidad, se requiere mucho corazón. La ternura no pasa de moda porque expresa de manera inteligible lo que todo ser humano necesita: amor. ¿Cómo es posible que el núcleo de la vida de Jesús y su Evangelio -que es precisamente el amor- no se perciba con claridad?

Comenzamos hoy un camino de cuarenta días hacia la Pascua. ¡Ayudémonos unos a otros a recorrerlo con determinación!

8 comentarios:

  1. Los gundisalvusianos estamos de enhorabuena por tu regreso ;)

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  2. Gonzalo, gracias por continuar... Es un medio que nos ayudará a que sea realidad lo que nos dices: Ayudémonos unos a otros a recorrer este camino hacia la Pascua con determinación... Un abrazo

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  3. Gracias, gracias!! Y además en miércoles de ceniza la vuelta.
    Piluca visontina.

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  4. Gracias Gonzalo. Esta vez me ha cogido fuera de juego. Entré a las 7.30 de la mañana para ver si estabas. Saliste a las 18. Tuve poca fe en tu palabra de despedida en febrero.
    Rezo para que Diosnte siga ayudando. Un abrazo.

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  5. Gundisalvus ha vuelto¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
    Qué alegría de verdad Gonzalo. Muchas gracias por seguir.
    Un abrazo.

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  6. Me alegra que estés de regreso en esta página para compartir tu fe, esperanza y amor. Un abrazo fraterno

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  7. Gracias Gonzalo...desde el Sur bien Sur, aquí te esperamos!

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  8. Me emociona volver a leerte y sentirte. Eres una inspiración en el alma y en los pulmones. Qué suerte poder ser tu amigo. Gracias.
    Juan

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