Este humilde blog, pequeño barco en el anchuroso mar de Internet, llega hoy, tras algo menos de tres años de navegación, a las 1.000 entradas. Me alegra que este acontecimiento coincida con el III
Domingo del Tiempo Ordinario. La
liturgia nos propone como Evangelio un texto de Lucas que fue probablemente el
que más iluminó la vocación misionera de san Antonio María Claret. Pero antes coloca el prólogo del Evangelio, que no tiene desperdicio: “Ilustre Teófilo: Puesto que muchos han emprendido la tarea de componer
un relato de los hechos que se han cumplido entre nosotros, como nos los
transmitieron los que fueron desde el principio testigos oculares y servidores
de la palabra, también yo he resuelto escribírtelos por su orden, después de
investigarlo todo diligentemente desde el principio, para que conozcas la
solidez de las enseñanzas que has recibido”. Lucas habla de “hechos”, no de
meras conjeturas. Jesús no es un mito o una hipótesis de trabajo. Es una
persona real que ha hecho y dicho cosas. Lucas no se inventa los acontecimientos. Recoge
una tradición previa e investiga todo “diligentemente”. El objetivo de su
escrito, válido para los lectores que hoy nos acercamos a él, es muy claro: que
conozcamos la solidez de las enseñanzas que hemos recibido. Este breve prólogo
vale un potosí porque, en pocas palabras, resume lo que sucedió en las primeras
décadas de la Iglesia primitiva con respecto a los recuerdos de Jesús.
Tras el prólogo
del capítulo 1, el Evangelio de hoy salta al capítulo 4. Jesús está en la
sinagoga de su pueblo. Como adulto, es invitado a leer un texto de Isaías y a
comentarlo. Alguien, antes que él, ha debido de leer un texto de la Torá. A él le
encomiendan los escritos de los profetas. Podría haberse limitado a recitar de memoria
algún comentario conocido, pero tiene la osadía de decir que el anuncio del
profeta se cumple “hoy”… a través de él. Esto es inaudito. Suscita admiración y
rabia. ¿Quién se ha creído que es para arrogarse ese privilegio? ¿Es que él
puede ser el mensajero del “año de gracia” olvidando que también el profeta
anuncia un “día de la venganza”? La provocación está servida. Sus paisanos no
entienden al “hijo del carpintero”. Quizás ha perdido la cabeza. Más le valiera
haberse casado y formado una familia. Entonces no tendría tiempo ni ganas de
complicarse la vida. El “hoy” de Jesús sigue siendo nuestro tiempo. También “hoy”
Dios lo ha enviado a anunciar la buena noticia a los pobres. Su “evangelio”
sigue resonando en todos aquellos que se encuentran en los márgenes, que no
cuentan, que no disfrutan de un abogado defensor. Jesús no ha venido a hacernos
la vida más dura de lo que ya es, sino a recordarnos el “año de gracia” del
Señor, un tiempo en el que se decreta una amnistía general y todo recobra su armonía
primigenia.
Tal como anuncié hace días, hoy, al llegar a las 1.000 entradas del blog, termino esta aventura que me ha mantenido en vilo durante casi tres años. Agradezco de corazón a todos los que cada día os habéis asomado a este Rincón de Gundisalvus. En el momento de escribir estas líneas, el contador registra 311.624 visitas. No cuenta las veces repetidas que un mismo usuario –por ejemplo, yo mismo– entra en una página. El esfuerzo casi diario me ha mantenido en vilo, me ha ayudado a prestar atención a lo que iba sucediendo y a hacer un esfuerzo de acogida e interpretación. He procurado dejarme iluminar por la Palabra de Dios, pero soy consciente de que se han colado muchas visiones demasiado personales. Es inevitable. Si a alguno de vosotros os ha ayudado a dilatar un poco vuestra visión de las cosas y a recuperar la alegría de ser cristianos o, por lo menos, la inquietud por seguir buscando, me doy por satisfecho.
Me ha parecido que ha llegado el momento de decir adiós, aunque el próximo fin de semana haré una excepción para contar algo sobre la experiencia de retiro que tendremos en el Centro Fragua de Los Negrales (Madrid) con 21 lectores que se han animado a participar en él. Gracias por vuestra comprensión y apoyo. Seguimos caminando. Mi deseo es continuar explorando nuevos modos de comunicación que nos ayuden a todos a no caer en la rutina, a estar muy agradecidos a Dios por el don de la fe y por vivir en este mundo maravilloso, aunque lleno de contradicciones.
Gracias a las visitas provenientes de España (145.973), Estados Unidos (37.617), Italia (17.051), Colombia (11.748), Rusia (10.637), Argentina (7.953), Guatemala (5.617), Canadá (2.662), Alemania (1.845), Puerto Rico (1.829) y muchos otros lugares. Quizá os sorprenda, pero las tres entradas más visitadas han sido: El puente de mi pueblo (3.866), Pequeño de estatura, gigante de espíritu (1.556) y Era un hombre bueno (1.478). Jamás hubiera imaginado un ránking como este, lo cual me demuestra que casi nunca coincide lo que uno cree que va a llegar más con lo que los demás escogen. También esto supone un gran aprendizaje. Feliz domingo y hasta siempre.