martes, 1 de enero de 2019

Santa María del Año Nuevo

Hemos llegado al año 2019. Ya sé que litúrgicamente lo comenzamos con la solemnidad de Santa María Madre de Dios, pero a mí me gusta llamarla hoy Santa María del Año Nuevo. Es una forma de subrayar que confiamos el nuevo año a su protección materna. La que dio a luz a Jesús, el Hijo de Dios, puede seguir alumbrando en cada uno de nosotros al Jesús que sigue naciendo mediante la fe. Es probable que, tras los excesos de anoche, muchos no estén en condiciones de muchas reflexiones teológicas. Este Rincón tampoco es una cátedra de teología y ni siquiera una página con sugerencias para la homilía. Espero que los lectores habituales hayáis comenzado el nuevo año con alegría y serenidad. No es necesario multiplicar un año más los propósitos que reiteradamente incumplimos: hacer más ejercicio, someternos a una dieta, aprender una lengua nueva, etc. Basta con que, siguiendo a María de Nazaret, guardemos todo “en el corazón”; es decir, aprendamos a ponderar lo que vivimos desde el centro, de modo que ganemos en profundidad, sabiduría, cordialidad y espíritu de servicio. Las mejores cosas son las que brotan de un corazón visitado por Dios, agradecido por los muchos dones recibidos. Colocar esta clave mariana al comienzo del pentagrama del nuevo año nos ayudará a dar sentido a cada una de las notas que vayamos interpretando: desde las más alegres y saltarinas hasta las más graves y dolorosas.

Muchas personas habrán comenzado el nuevo año en soledad, no por decisión propia, sino porque no tienen a nadie que se ocupe de ellas. Pienso, sobre todo, en los ancianos, pero también en las personas que están internadas en hospitales, cárceles, centros de menores, centros de acogida para refugiados, etc. Es muy probable que para estas personas los fastos con que celebramos la llegada del nuevo año constituyan una provocación. Tenemos tiempo y recursos para comprar infinidad de botellas de champán, disparar fuegos artificiales, organizar macrofiestas, etc., pero no siempre los tenemos para estar cerca de estas personas para las que el paso del tiempo es una prolongación del sufrimiento, a veces sin visos de solución. No podemos empezar el nuevo año como si estas personas no existieran, como si todo se redujera a lo que machaconamente la publicidad nos vende como apetecible. Caminar hacia un estilo de vida sobrio y solidario nos hará mucho más felices que dejarnos atrapar por el señuelo de una vida consumista e individualista. Lo que nos hace felices nunca es la acumulación de cosas sino la intensidad y profundidad de las relaciones. Quien tiene amigos tiene lo esencial. Quien solo tiene dinero es un candidato seguro a la soledad y a la depresión. Uno compra una casa o un coche, pero nunca puede comprar amigos; a lo más, cómplices  o compinches.

Hoy celebramos también la LII Jornada Mundial de la Paz. De haber estado en Roma, hubiera participado en la marcha que todos los años organiza la Comunidad de Sant’Egidio desde Chiesa Nuova hasta la Plaza de san Pedro. El mensaje del papa Francisco se titula: La buena política está al servicio de la paz. En él, el Papa recuerda las “bienaventuranzas del político”, propuestas por el cardenal vietnamita François-Xavier Nguyễn Vãn Thuận, fallecido en el año 2002:

  • Bienaventurado el político que tiene una alta consideración y una profunda conciencia de su papel.
  • Bienaventurado el político cuya persona refleja credibilidad.
  • Bienaventurado el político que trabaja por el bien común y no por su propio interés.
  • Bienaventurado el político que permanece fielmente coherente.
  • Bienaventurado el político que realiza la unidad.
  • Bienaventurado el político que está comprometido en llevar a cabo un cambio radical.
  • Bienaventurado el político que sabe escuchar.
  • Bienaventurado el político que no tiene miedo.

Son ocho. A todos nos hace bien meditarlas. A quienes son políticos de profesión les señalan un horizonte claro para que su acción no dependa de meros intereses de partido o de razones electoralistas. El Papa habla también de los vicios de los políticos. No tiene pelos en la lengua. Los nombra con claridad: la corrupción, la negación del derecho, el incumplimiento de las normas comunitarias, el enriquecimiento ilegal, la justificación del poder mediante la fuerza o con el pretexto arbitrario de la “razón de Estado”, la tendencia a perpetuarse en el poder, la xenofobia y el racismo, el rechazo al cuidado de la Tierra, la explotación ilimitada de los recursos naturales por un beneficio inmediato, el desprecio de los que se han visto obligados a ir al exilio. Menciona también el primer centenario del final de la Primera Guerra Mundial y el 70 aniversaro de la Declaración Universal de los Derechos HumanosMirando al futuro, nos ofrece un camino claro: "La auténtica vida política, fundada en el derecho y en un diálogo leal entre los protagonistas, se renueva con la convicción de que cada mujer, cada hombre y cada generación encierran en sí mismos una promesa que puede liberar nuevas energías relacionales, intelectuales, culturales y espirituales".

Feliz Año Nuevo 2019 
Happy New Year 2019
Felice Anno Nuovo 2019

No hay comentarios:

Publicar un comentario

En este espacio puedes compartir tus opiniones, críticas o sugerencias con toda libertad. No olvides que no estamos en un aula o en un plató de televisión. Este espacio es una tertulia de amigos. Si no tienes ID propio, entra como usuario Anónimo, aunque siempre se agradece saber quién es quién. Si lo deseas, puedes escribir tu nombre al final. Muchas gracias.