miércoles, 22 de mayo de 2019

Hay cosas que no entiendo

Los casi dos meses transcurridos en el Cono Sur me han alejado un poco de la realidad europea, pero no al punto de olvidarme de ella. Leo que en España ha arrancado la XIII legislatura con una exhibición de fórmulas, a cual más pintoresca, para acatar la Constitución... sin acatarla. Ya se ha convertido en un estribillo el famoso “por imperativo legal” que estrenaron hace algunos años los batasunos para salir del paso, pero sin creer en lo que prometían; más aún, queriendo combatirlo. La jurisprudencia del Tribunal Constitucional permite este tipo de subterfugios “para no caer en el formalismo” (sic). Me cuesta entender esta falta de rigor, pero “magistrados tiene el alto tribunal”. Si alguien no está dispuesto a acatar la Constitución, ¿qué sentido tiene presentarse como candidato a unas elecciones que encuentran su legitimidad en la carta magna? ¿No es una falta de coherencia y, sobre todo, de respeto al electorado? Espero que el hecho de que la “decimotercera” legislatura desde la restauración de la democracia (1977) se haya abierto en martes (martes y 13) no traiga mala suerte. Espero también que el Parlamento no se convierta en un circo en el que los diputados se retan unos a otros a ver quién dice la frase más ingeniosa, más burda o más insultante. Tal como han comenzado las cosas, no preveo un clima de entendimiento y cooperación, sino, más bien, las típicas, insulsas e hirientes batallitas a las que nos tienen acostumbrados bastantes políticos de uno y otro signo. Mientras ellos juegan con florines verbales, los problemas siguen sin resolverse.

Este domingo se celebrarán las elecciones al Parlamento europeo. Los británicos que votaron a favor del Brexit también podrán participar en ellas porque todavía no se ha consumado el divorcio. El sábado pasado se dieron cita en Milán doce líderes de partidos europeos de extrema derecha que recelan mucho de la Unión Europea –se refieren a ella como “los burócratas de Bruselas”– y alimentan movimientos ultranacionalistas. Matteo Salvini, el anfitrión, llegó a decir que “el Inmaculado Corazón de María nos llevará a la victoria”. Quiero creer que con esta frase pretendía expresar una fuerte convicción personal, pero me huele a burda manipulación política. Por supuesto, el papa Francisco salió mal parado. Lo convirtieron poco menos que en el responsable del problema de la inmigración por su defensa de los derechos de los inmigrantes. Es verdad que la Unión Europea tiene defectos y que necesita una fuerte reforma, pero ¿cuándo ha vivido Europa un período más largo de paz, prosperidad y justicia social? Cada vez que los ultranacionalistas de diverso signo abogan por torpedearla parecen olvidar que en el siglo XX –es decir, ayer– se produjeron dos terribles guerras europeas (luego llamadas mundiales) en parte por el auge de los nacionalismos excluyentes y por ese afán de imponerse en vez de colaborar. ¿Es que nunca vamos a aprender la lección de la historia? ¿Estaremos condenados a repetirla una y otra vez?

Escribo en Buenos Aires. Mis amigos argentinos me dicen que, con independencia del color de los gobiernos de turno, el país entra cíclicamente (cada diez años más o menos) en una severa crisis económica con terribles consecuencias sociales. Se quejan de que Argentina (sobre todo, sus políticos) no aprende las lecciones de la historia y siempre repite los mismos errores. Se ve que es algo bastante frecuente. Esta amnesia general no es privativa de un solo continente o un solo país. Es un fenómeno mundial. Pareciera que cada generación se comporta como si todo comenzara con ella, como si el pasado fuera solo un recuerdo desvaído. Me cuesta mucho entender esta falta de sentido histórico, la incapacidad colectiva para aprender de nuestros errores y extraer lecciones de vida que nos hagan progresar. No tiro la toalla porque, junto a tanta gente irresponsable, hay mucha más que no pierde el sentido de la proporción, que no se deja embaucar por propuestas irrealizables y que no se abandona a sentimientos negativos. El problema reside en que esta mayoría no siempre se expresa con claridad. Por lo general, prefiere ver los toros desde la barrera, ahorrarse problemas. Al final, una minoría ruidosa e irresponsable consigue hacerse con las riendas del poder. A veces, cuando la mayoría quiere reaccionar ya es demasiado tarde. ¡Hasta la primera ministra británica insinúa ahora la posibilidad de un segundo referéndum sobre el Brexit! Todo un signo de un proceso superficial, tramposo y caótico, como otros de nuestro entorno. ¿Qué futuro le aguarda a Europa fragmentada de nuevo en pequeños estados? Necesitamos algunos sabios que nos ayuden a conocer y comprender la historia. El momento exige serenidad y sentido común.


4 comentarios:

  1. Tanto el de los Consejos Pastorales como éste referido a cosas que no se entienden, son reflexiones muy oportumas e importantes. Parece que todos los consejos pastorales que has conocido estos días difieren bastante del espíritu de comunidad parroquial que se vive aquí; bueno, el que yo conozco. A menudo pienso que el propio sistema de sentarse en las iglesias en España retrata un tanto la falta de espíritu comunitario y la frialdad entre los que nos llamamos hermanos. Iglesias medio vacías y los pocos que están dentro se sientan lo más separados posible unos de otros.
    Y lo de la política y los políticos ¡¡qué decir!!. Los políticos son una nueva clase social que apoyados por unos medios de comunicación que eso si atacan lo que pueden al Papa Francisco pero poco hacen de las cuatro reglas que él indica que deberían ser la base de una comunicaciòn que sirva a la conformación de una opinión pública auténtica. Los políticos se saltan la ley que luego imponen a la mayoría silenciosa. Lo veo tan en mal camino todo, que solo encuentro una cierta paz y la decisión de hacer individualmente lo que pueda para que el deterioro no aumente; digo solo la encuentro en apoyarme en la Providencia Divina, en el que por algo permitirá Dios que todo esto vaya así. Y en Santa Teresa y su oración "Nada te turbe, nada te espante, con la paciencia...SOLO DIOS BASTA.
    Gracias Gonzalo

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    1. ¡bonita reflexión!, nuevo en este mundo. Me parece importante eso que puntualizas de "hacer individualmente lo que podamos, apoyados en la Providencia Divina", yo añadiría también, la fuerza que nos da también el ayudarnos a vivir la fe en nuestros grupos eclesiales. Gracias, Gonzalo por esta reflexión y gracias nuevo en este mundo

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  2. Gracias Gonzalo y también gracias a vosotros Nuevo en este mundo y Lourdes... Ayuda poder descubrir que no estamos solos en nuestras reflexiones... Un abrazo a todos.

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  3. Excelente comentario. Debemos hacer un discernimiento desde las comunidades, para descubrir la resonancia del espíritu

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