jueves, 2 de abril de 2020

El himno de la resistencia

Ayer por la tarde lucía un cielo azulísimo en Roma. La reducción drástica del tráfico urbano desde hace más de tres semanas ha eliminado la contaminación. Se respira de otra manera. Es como si –paradojas de la vida– el Covid-19, que se ceba con los pulmones de las personas hasta impedirles respirar, hubiera conseguido que la naturaleza respire con libertad en este tiempo. Ese cielo azul y los árboles derrochando primavera constituyen un canto a la vida, que siempre es más fuerte que la muerte. La madre naturaleza, a la que tanto hemos maltratado, en vez de vengarse con crueldad, nos lanza un mensaje de ánimo que es como un preanuncio del mensaje pascual: “Resistid, el fin de la pandemia está cada vez más cerca”. 

Algo parecido me decía un obispo amigo mío al otro lado del teléfono: “Es necesario que no carguemos las tintas en la muerte que nos pisa los talones. Los creyentes creemos, sobre todo, en la resurrección, en la fuerza de la vida”. Animadas por esta fe, muchas personas están luchando con todas sus fuerzas para no perder la esperanza y para no dejar en la cuneta a las personas más frágiles. Leo, por ejemplo, que una familia vallisoletana con once hijos –todos ellos infectados de coronavirus– encuentra en la fe la fuerza para seguir adelante. Lo mismo podría decirse de miles de sanitarios, cuidadores, fuerzas del orden, etc. Jesús es nuestra vida. Con él, luchamos para vivir. No solo resistimos, sino que, frente al contagio del virus, queremos contagiar vida y alegría.

Las redes sociales están inundadas de viejas y nuevas composiciones que nos animan a no claudicar. Se han puesto de modas los vídeos en los que diversos intérpretes ejecutan una melodía desde distintos lugares. Es una forma de mostrar que con técnica y buena voluntad se pueden superar las restricciones impuestas por el “distanciamiento social”

Si hay una canción que destaca por encima de todas hasta el punto de convertirse en un himno es, sin duda, la famosa Resistiré, con letra del periodista Carlos Toro y música de Manuel de la Calva, uno de los componentes del Dúo Dinámico que la hizo muy popular hace más de 30 años. Hoy suena por todas partes y a todas horas. La interpretan artistas consagrados y aficionados que la cantan desde sus balcones o ventanas armados con un micro y un altavoz. He visto vídeos de sanitarios haciendo con ella una especie de flashmob.

¿Qué tiene esta canción que ha puesto en pie a un país como España? Me parece que, aparte de su ritmo sencillo y pegadizo, consigue establecer un fuerte contraste entre el pesimismo de las estrofas (que hablan de perder partidas, dormir con la soledad, salidas cerradas, noches oscuras, miedo del silencio…) y la fuerza vital del estribillo (que se basa en el futuro del verbo resistir). Del mi menor inicial se pasa a un mi mayor al comienzo del estribillo que potencia el contraste. Por mal que lo estemos pasando, tenemos energía suficiente para resistir y vencer al sinuoso Covid-19. Aunque el verbo del estribillo se conjuga en singular (resistiré), en realidad, cantado por cientos, miles de gargantas, se convierte en un plural contagioso (resistiremos). Las imágenes que acompañan esa resistencia colectiva son también poderosas. Se habla de hierro, piel endurecida, junco que se dobla pero no se rompe, etc. ¿Cómo no sentirse animado por este mensaje de fuerza y esperanza? Conviene leer despacio la letra antes de acercarnos a algunas de las 7 versiones que os propongo en la entrada de hoy.




RESISTIRÉ

 (Carlos Toro - Manuel de la Calva)

Cuando pierda todas las partidas
Cuando duerma con la soledad
Cuando se me cierren las salidas
Y la noche no me deje en paz
Cuando sienta miedo del silencio
Cuando cueste mantenerse en pie
Cuando se rebelen los recuerdos
Y me pongan contra la pared

Resistiré, erguido frente a todo
Me volveré de hierro para endurecer la piel
Y aunque los vientos de la vida soplen fuerte
Soy como el junco que se dobla
Pero siempre sigue en pie
Resistiré, para seguir viviendo
Soportaré los golpes y jamás me rendiré
Y aunque los sueños se me rompan en pedazos
Resistiré, resistiré

Cuando el mundo pierda toda magia
Cuando mi enemigo sea yo
Cuando me apuñale la nostalgia
Y no reconozca ni mi voz
Cuando me amenace la locura
Cuando en mi moneda salga cruz
Cuando el diablo pase la factura
o si alguna vez me faltas tú


Empezamos por la original, la del Dúo Dinámico, que tiene un aire discotequero bastante demodé, pero que conserva la fuerza de sus creadores.


Es interesante acercarse al siguiente montaje:


Hace unos días puse ya este vídeo de la versión para piano de Jesús Acebedo. Puede servir para una práctica de karaoke doméstico. 


Seguramente algunos lectores recordarán la versión modernizada de los chicos y chicas de Operación Triunfo 2017: 


 Esta es la versión acelerada de La Kuerda:


Aquí tenemos a un grupo de sanitarios promoviendo la campaña “Yo me quedo en casa” con el famoso himno, aunque con una letra adaptada a las actuales circunstancias: 


Y, por último, la más reciente y espectacular, la superproducción de más de 30 artistas en un trabajo que pretende recaudar fondos para Cáritas:



1 comentario:

  1. Me quedo con la última, por la gran fuerza emotiva q tiene.Un saludo, cuídate.

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