sábado, 19 de abril de 2025

El gran silencio


Una homilía antigua describe así el Sábado Santo: “Un gran silencio envuelve la tierra; un gran silencio y una gran soledad… La tierra está temerosa y sobrecogida porque Dios se ha dormido en la carne y ha despertado a los que dormían desde antiguo. Dios ha muerto en la carne y ha puesto en conmoción al abismo”. Tras las lluvias intensas de la noche y la nieve en la cumbre de las montañas, también ahora reina un gran silencio. 

Leo en un periódico que hoy es un buen día para enseñar a los adolescentes la importancia del silencio. No solo a ellos. Todos podemos practicar hoy el arte del silencio, pero me temo que enseguida llenaremos el tiempo de actividades para no sentir que lo estamos perdiendo. Es tan importante no hacer nada, que hasta la liturgia se toma un respiro. Hoy es un día alitúrgico. No se celebra la Eucaristía. Hasta bien entrada la noche no romperemos el silencio con el estallido de la Vigilia Pascual. Leo que esta noche nada menos que 17.800 catecúmenos recibirán el Bautismo en Francia, un 45% más que el año pasado. La fe no se mide por cantidades, pero este hecho parece el signo de un claro despertar en el seno de una de las sociedades más secularizadas de Europa.


El sol pugna por abrirse una rendija entre las nubes plomizas, pero enseguida lo tapan otras nubes que parecen agrandarse para no dejarlo aparecer. Es probable que vuelva a llover de un momento a otro. Desde mi balcón veo a grupos de turistas que pasan con sus gorros de lana. Aunque ya conocían las previsiones meteorológicas para este fin de semana pascual, se han arriesgado. Puede más el deseo de salir de casa que los riesgos del mal tiempo. 

¿De dónde nace en la sociedad contemporáneo el deseo, casi la necesidad compulsiva de salir, de viajar? Es como si el propio hogar se convirtiera por momentos en una cueva de la que necesitamos escapar. Sabemos de dónde salimos, pero no tenemos ni idea de lo que buscamos. Expresiones como desconectar, cambiar de aire o cargar pilas parecen sucedáneos de un ansia más profunda. Quizás queremos salir porque no acabamos de encontrarnos a gusto con lo que somos y tenemos. Pero también se da el fenómeno contrario. Conozco personas mayores que lo que más desean es quedarse en casa. Se sienten a gusto en su espacio. No necesitan nada más. Quizás es un símbolo de su bienestar interior.


Esta dinámica silencio-ruido, salir-entrar, buscar-hallar está muy unida al “gran silencio” del Sábado Santo. Un día como hoy pone a prueba nuestros nervios espirituales. ¿Hacemos del silencio una espera serena o, más bien, una oportunidad para huir? ¿Rumiamos el misterio de la muerte celebrado ayer o queremos pasar página cuanto antes? ¿Nos quedamos con María abiertos a las sorpresas de Dios o planteamos el inmediato regreso a la vida cotidiana como los discípulos? El “gran silencio” es un laboratorio donde se testan nuestras convicciones, actitudes y proyectos. 

De él puede emerger una amargura pegajosa o una humildad renacida. El silencio puede volvernos hoscos y antisociales o puede hacer de nosotros hombres y mujeres del encuentro. El silencio amontona argumentos para vivir “como si Dios no existiera” y hace germinar la semilla de la fe. El silencio nos vuelve agnósticos crónicos o nos ayuda ser creyentes siempre en camino. El silencio, finalmente, devuelve a algunas personas a un eterno Viernes Santo mientras dispone a otras para el júbilo del Domingo de Resurrección. El día del “gran silencio” tiene más malicia de lo que a primera vista parece. Se presenta como un no-día, pero da sentido o se lo quita a todos los demás.

2 comentarios:

  1. Gracias por “El gran silencio” y también por las fotos que lo acompañan que ayudan a desconectar y conectar, a la vez, con nuestro “yo” más profundo… y, a mí, me aportan serenidad.
    Gracias Gonzalo por acompañarnos en EL SILENCIO de hoy, ayuda a vivir los acontecimientos de la vida sabiendo encontrar diferentes salidas y no quedar atascada en la negatividad.
    ¡¡FELIZ PASCUA!!

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  2. Gracias Gonzalo por lo que has ido sembrando todos estos años FELIZ PASCUA para todos los del rincón desde Argentina

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