domingo, 11 de mayo de 2025

De pastores y ovejas


Hace una semana sorprendíamos a Jesús preguntándole a Pedro si lo quería. Hoy, IV Domingo de Pascua, tenemos en la Iglesia un nuevo sucesor de Pedro que sigue respondiendo como él: “Sí, Señor, tú sabes que te quiero”. Esta respuesta resuena con especial fuerza en el domingo del Buen Pastor. León XIV es el nuevo pastor de la Iglesia universal que -como Jesús- está dispuesto a dar la vida por las ovejas. 

Parece increíble que en tan pocos días hayan sucedido tantas cosas y que la vida de la comunidad eclesial siga adelante con una esperanza renovada. Los medios de comunicación están escudriñando los gestos y palabras del nuevo Papa. El punto de comparación es Francisco. Parece inevitable, pero León XIV tiene todo el derecho del mundo a ser pastor mirando a Jesús y recreando con libertad, con estilo propio, su modo de servir y guiar a la Iglesia. No está obligado a ser fotocopia de nadie, ni siquiera de su admirado y querido predecesor.


Hoy terminamos nuestro retiro. Tras la granizada de ayer, ha amanecido un día soleado, un hermoso domingo de mayo. Después de una jornada intensa, anoche terminamos viendo y escuchando el testimonio de un hombre de la calle que ha encontrado en Dios fuerza para descubrir el propósito de su vida. Oramos también con las canciones de Juan y Ali, dos de los componentes de Brotes de Olivo. Nos fuimos a la cama cantando desde el corazón: “Hoy, Señor, te daré las gracias por mi vivir / por la tierra y los amigos, / porque siempre fui feliz”. 

El regreso a casa es siempre un desafío. Como los discípulos de Emaús, estamos invitados a escuchar lo que la comunidad tiene que decirnos antes de que nosotros compartamos nuestra experiencia por el camino. No hay encuentro con Jesús que no nos devuelva a la comunidad de la que a veces nos alejamos. Jesús no busca seguidores en solitario, sino en familia. Una de las grandes tentaciones de nuestra espiritualidad contemporánea es fabricarnos un evangelio a nuestra medida, tomando y dejando elementos según nuestro gusto personal. La fe no es tanto una opción cuanto una entrega a un amor más grande que nos atrapa. Es una experiencia personal, pero nunca privada.


Desde la muerte del papa Francisco el pasado 21 de abril hasta la misa de inauguración del pontificado de León XIV el próximo domingo 18, los medios de comunicación de todo el mundo han estado y seguirán hablando de la Iglesia. ¿En qué medida esta sobreexposición mediática habrá ayudado a algunas personas a acercarse a Jesús? ¿Habrá suscitado curiosidad o inquietud por saber qué hay detrás de una comunidad bimilenaria? ¿O todo se habrá reducido a un gran circo mediático que, pasado un tiempo, desmonta la carpa en espera de otro evento que justifique un despliegue descomunal? ¿Buscamos razones o necesitamos espectáculo? 

No me cabe duda de que la liturgia católica puede resultar un atractivo espectáculo que la televisión amplifica, pero no se trata de una representación teatral, de una medida performance, sino de la actualización de un acontecimiento: la vida, pasión, muerte y resurrección de Jesús. Él es el principio, el medio y el final. Él es mismo ayer, hoy y siempre. Desde el comienzo de su pontificado, me parece haber percibido en León XIV esta centralidad de Jesucristo.


2 comentarios:

  1. Agradezco muchísimo el haber podido compartir este Retiro que nos ha acercado al Jesús Resucitado… y vivirlo en “comunidad”, compartiendo sentimientos y vivencias.
    Descubrir el “Camino de Emaús” es todo un reto que nos lanza a comunicarlo a los demás, después de haberlo experimentado en nuestro interior.
    Gracias por ir ayudándonos a descubrir al nuevo Papa…
    Gracias Gonzalo, por toda la fuerza e ilusión que nos transmitiste… Hemos vuelto a nuestras casas empapados y animados de la fuerza del Cristo Resucitado.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡GRACIAS! Gonzalo.
      Me sumo al agradecimiento profundo de Dolors.
      Nos has transmitido (con fuego), la Fuerza y Sentido existencial que tiene la de Palabra de Dios en Jesús, muy pormenorizadamente...
      Y la Tarea que nos corresponde , como "Familia de Dios" es : "Metabolizar" esa Energía, en Esperanza y mano tendida, donde haga falta.
      En la Oración y en el Trabajo: UNIDOS.

      Eliminar

En este espacio puedes compartir tus opiniones, críticas o sugerencias con toda libertad. No olvides que no estamos en un aula o en un plató de televisión. Este espacio es una tertulia de amigos. Si no tienes ID propio, entra como usuario Anónimo, aunque siempre se agradece saber quién es quién. Si lo deseas, puedes escribir tu nombre al final. Muchas gracias.