sábado, 3 de diciembre de 2022

Audaces en tiempos de cambio

San Sebastián desde el monte Igueldo
Llegué a San Sebastián el pasado jueves a primera hora de la tarde. Me sorprendió ver mi pueblo y el embalse de la Cuerda del Pozo desde la ventanilla del avión de Iberia. Y también la cordillera de los Pirineos, cubiertos de blanco. San Sebastián es una ciudad hermosa. Hacía bastante tiempo que no la visitaba. Ayer dediqué la mañana a visitar Loyola, el barrio de Azpeitia donde nació san Ignacio. Aunque ya había estado en este lugar en ocasiones anteriores, esta vez pude visitarlo con más calma. Recorrí con detenimiento la casa natal del santo acompañado por una audioguía que pude descargar en mi móvil. Visité también el santuario-basílica

Fue una hermosa preparación para la fiesta de hoy. San Francisco Javier fue uno de los primeros compañeros de Ignacio con los que fundó la Compañía de Jesús. Es difícil entender al uno sin el otro. De hecho, en la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús donde he celebrado esta mañana la Eucaristía, figuran los dos en el retablo, uno a cada lado de Jesús. A ambos les impresionaron las palabras del Maestro: “¿De qué aprovecha ganar el mundo entero si pierdes tu vida?”. Ambos dieron un giro radical a sus vidas. Dejaron un porvenir brillante y se hicieron “compañeros de Jesús”. En el caso de Francisco Javier, su ardor misionero lo llevó a la India, a Japón y hasta las costas de China.

Frente a la basílica de Loyola
Si algo he aprendido de estos dos santos es su audacia en tiempo de cambio como lo fue el convulso siglo XVI. Cuando hoy nos quejamos de que resulta difícil la evangelización en los albores del siglo XXI, tendríamos que recordar la historia de estos hombres intrépidos. Es verdad que su concepto de la salvación dista bastante del que tenemos hoy, pero eso no es óbice para dejarnos vencer por la apatía y la indiferencia. Dios bendice cada época de la historia con los santos que actúan como centinelas del futuro e indican el camino. ¿Quiénes son los santos de hoy? ¿Qué hombres y mujeres nos están diciendo por donde sopla el Espíritu de Dios? 

Cada año, cuando llega la fiesta de san Francisco Javier, recuerdo unas palabras de una de las cartas que escribió a san Ignacio desde Oriente: “Muchos, en estos lugares, no son cristianos, simplemente porque no hay quien los haga tales. Muchas veces me vienen ganas de recorrer las universidades de Europa, principalmente la de París, y de ponerme a gritar por doquiera, como quien ha perdido el juicio, para impulsar a los que poseen más ciencia que caridad, con estas palabras: «¡Ay, cuántas almas, por vuestra desidia, quedan excluidas del cielo y se precipitan en el infierno!»".

Imagen de San Francisco Javier en San Sebastián
Quizá hoy podríamos escribir algo parecido. Muchos en nuestra Europa secularizada no son cristianos, simplemente porque no hay nadie que les hable de Jesucristo y, sobre todo, que los acoja en comunidades vivas. Muchas veces sentimos ganas de decirnos unos a otros que ya está bien de pasividad y de rutina, de frustración y de desesperanza, que necesitamos ponernos las pilas e imaginar nuevas formas de llegar al corazón de las personas que buscan. Se que no es nada fácil. Lo experimento a cada paso como misionero. Pero sé también que hay muchas personas que abren su corazón a la verdad, la bondad y la belleza. El hecho de que nosotros no “controlemos” sus respuestas no significa que no estén en la onda de Dios. Jesús nos ha invitado a proclamar el Evangelio con audacia, no a imponerlo con violencia, y mucho menos a recortarlo a la medida de nuestra mediocridad. Para cada ser humano Dios tiene preparado un camino único e irrepetible.



2 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho. Gracias

    ResponderEliminar
  2. Después de contemplar la gran labor misionera de Javier y de Ignacio, me llaman la atención las palabras que has escrito: “Para cada ser humano Dios tiene preparado un camino único e irrepetible”.
    Me ayuda a entender que, todo misionero, tiene que ser un poco artista… saber descubrir cuál es el camino que Dios tiene preparado para cada persona, esto le ayudará a no entrar en la rutina y a ser audaz en su misión.
    Gracias Gonzalo por la belleza de la foto y por tu reflexión sobre estos dos grandes santos.

    ResponderEliminar

En este espacio puedes compartir tus opiniones, críticas o sugerencias con toda libertad. No olvides que no estamos en un aula o en un plató de televisión. Este espacio es una tertulia de amigos. Si no tienes ID propio, entra como usuario Anónimo, aunque siempre se agradece saber quién es quién. Si lo deseas, puedes escribir tu nombre al final. Muchas gracias.