viernes, 14 de julio de 2023

Te acompaño en el camino


Faltan pocos días para mi regreso a Madrid. Empiezo ya a sentir nostalgia de este lugar hermoso, fresco y silencioso. Disfruto conversando con hermanos de casi todos los países de América. Cuando cae la noche, me gusta pasear por el parque de la casa contemplando una maravillosa vista de la ciudad de Medellín. Es como un tapiz lleno de luces. Entonces, abstrayéndome un poco de las conversaciones grupales, pienso en muchas personas que son significativas en mi vida y oro por ellas. 

Quisiera estar en contacto con todas, pero no es posible. A veces me siento culpable de un silencio demasiado prolongado. El tiempo no permite multiplicar las llamadas o los correos. Con algunas personas queridas hace años que no me encuentro. ¿Cómo mantenernos unidos a las personas que queremos cuando no es fácil encontrarnos con ellas? Creo que la unión se produce en el centro, no en la periferia. Cuando estamos centrados en lo esencial, entonces experimentamos una profunda comunión con todas las personas sin necesidad de estar físicamente a su lado.


Mientras reflexionaba sobre estas cosas, descubrí una canción que me resulta iluminadora. Se titula “Si quieres, te acompaño en el camino”. Es una canción inspirada en el relato del encuentro de Jesús con los discípulos de Emaús (Lc 24,18-35). 

Os invito a leer la letra y luego a escuchar la canción en el vídeo que figura al final de la entrada. 

Si quieres, te acompaño en el camino
Y en el camino vamos conversando
Y al conversar, tus hombros se descargan
Descargas, pues tu peso voy llevando
Pues pesa el peso de tu desencanto
Y es tu resignación aún más pesada
Pero te sostendré, pues ya sostuve
La cruz de toda cruz en mis espaldas

Me duele que te alejes de los tuyos
Y el creciente dolor de tu aislamiento
Pues toda mi pasión es ver reunidos
A los hijos de Dios que andan dispersos
Yo sé que ya no crees en nuestro sueño
Buscas seguridad retrocediendo
Pero vas en dirección equivocada
Lo mío es ir contigo, compañero

Si quieres, te acompaño en el camino
Si quieres, hoy me quedaré contigo
Si quieres, te acompaño en el camino
Si quieres, hoy me quedaré contigo
Escucha profecías, peregrino
No seas testigo de desesperanza
Es hora que levantes la cabeza
Y aunque anochece, alientes la confianza

Pues es posible ver de otra manera
La trama que se te hizo tan confusa
¿No ves el hilo de oro de la Pascua
Que rediseña todo lo que cruza?
¿No ves que desde dentro de las muertes
La muerte fue implotada y ya no mata?
Y se revela el nombre de la vida
Y el nudo que te ataba se desata
Partir juntos el pan en nuestra mesa
Descifra quiénes somos y seremos
La Pascua nos irrumpe, amor de amores
Lo más vivo venciendo lo más muerto
Si quieres, te acompaño en el camino
Si quieres, hoy me quedaré contigo
Si quieres, te acompaño en el camino

Si quieres, hoy me quedaré contigo
Por fin sabrás quién soy, sabrás quién eres
Mientras despiertas del antiguo sueño
Y entenderás que es fiel a sus promesas
El Dios que prometió ser compañero
Y de la historia mía y de la tuya
Ya no te escaparás, ni tendrás miedo
Verás la historia como historia abierta

Y la esperanza arder su ardor sereno
Y sentirás nostalgia de tu gente
Y querrás compartir tu aliento nuevo
Sin más demora, ponte ya en camino
Sin más demora, ponte en medio de ellos
Y brillará en tu fe de caminante
Mi nombre y mi misterio de "camino"
Y de mi fiel estar-acompañando

Tu amor de acompañante será el signo
Si quieres, te acompaño en el camino
Si quieres, hoy me quedaré contigo
Si quieres, te acompaño en el camino
Si quieres, hoy me quedaré contigo
Si quieres, te acompaño en el camino
Si quieres, hoy me quedaré contigo






2 comentarios:

  1. En el momento de leer este título, “Te acompaño en el camino”, me ha sugerido ¡tantas cosas!... Tú Gonzalo, a través del Blog, nos acompañas en nuestro camino de la vida, compartiendo diferentes aspectos de la vida espiritual y también de la vida de cada día. Nos ayudas a ser cercanos a Dios y a los hermanos. Nos ayudas al encuentro de Jesús en el camino de Emaús, como va expresando esta bellísima canción.
    Podemos estar muy lejos, en la distancia, y sentirnos muy cercanos… Coincido contigo cuando escribes: Creo que la unión se produce en el centro, no en la periferia. Cuando estamos centrados en lo esencial, entonces experimentamos una profunda comunión con todas las personas sin necesidad de estar físicamente a su lado.
    Disfruta, hasta el último momento, de esta bella estampa de Medellín que se visualiza desde la cima en la que está ubicada la casa… ¡Cuantos recuerdos sugiere esta flor! La experiencia de Medellín, tiene “un algo” que no se olvida y ahora me ayuda a sentir una profunda comunión contigo.
    Un abrazo y hasta pronto… que tengas un feliz viaje de vuelta.

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  2. GRACIAS Gonzalo, por acompañar nuestro camino fraterno. *Junt@s* estemos donde estemos, como FAMILIA

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