lunes, 3 de julio de 2023

Disfruta del proceso


Hoy arranca en “Villa Claret” (Medellín, Colombia) el cuarto y último taller continental del programa sobre liderazgo organizado por el gobierno general de los claretianos. Seremos 28 personas provenientes de España, India, Canadá, Estados Unidos, México, Guatemala, El Salvador, República Dominicana, Puerto Rico, Colombia, Brasil, Perú, Chile y Argentina. Ayer, en una tertulia previa, salió a colación el caso de Nayib Bukele, el joven y controvertido presidente de El Salvador. A pesar de sus excesos en la lucha contra las maras y de sus posturas cada vez más autocráticas, sigue registrando la tasa más alta de aceptación (en torno a un 90%) de todos los políticos americanos. 

¿Es un líder ético (como él mismo se presenta) o un líder tóxico (como lo tildan algunos de sus connacionales y, sobre todo, la izquierda latinoamericana)? Vivimos tiempos tan complejos que no es fácil hacer afirmaciones categóricas. Algo parecido sucede, a otra escala, con el recién nombrado prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe. Para algunos, representa un aire fresco dentro de los viejos muros vaticanos. Para otros, simboliza la enésima (y diabólica) maniobra de Francisco para destruir la Iglesia.


Cada vez se me hace más duro aceptar la terrible polarización que sufrimos a todos los niveles y la incapacidad, casi enfermiza, de analizar las cosas con un mínimo de objetividad. ¿En qué cabeza sensata cabe hablar, por ejemplo, de sedevacantismo y de otras lindezas, como hacen ciertas webs ultraconservadoras? Si estas posturas se adoban con visiones, profecías y cosas por el estilo el cóctel se hace intragable. Por eso, necesitamos aprender a pensar bien. La filosofía sigue siendo imprescindible, por más que se haya arrinconado en los planes de estudio. Cosas tan sencillas como no convertir un hecho individual en una categoría universal tendrían que permitirnos analizar la realidad con sensatez. Una de las tareas de un verdadero líder consiste en ayudar a las personas a anclarse en la realidad, a no huir hacia paraísos imaginarios.

Mientras tecleo la entrada de hoy, el cielo está descargando una lluvia intensa, cantarina, casi enrabietada. Me temo que nos va a acompañar durante buena parte del día. Quienes vienen de países cálidos sentirán frío. Yo me alegro de que el agua refresque el ambiente. Eso nos ayudará a trabajar con más tranquilidad.

Confiamos el fruto de nuestro trabajo a María, la mujer campesina que carga sobre sus hombros al pequeño Jesús. Que ella nos ayude a cargar el peso de esta realidad nuestra, compleja y contradictoria. Y que, mientras llegamos a la meta, nos anime a disfrutar del proceso. Es la única manera de no perder la esperanza.

1 comentario:

  1. En nuestra sociedad, cada día vivimos más dispersos, no nos paramos a pensar bien y demasiadas veces hay personas que se quedan con la primera noticia que escuchan, sin analizarla y saber descubrir los pros y los contras que conlleva. Hay mucha superficialidad.
    Me uno a vuestra confianza en María para que podáis disfrutar del proceso en este grupo tan plural. La imagen es preciosa.
    Gracias Gonzalo por ayudarnos a anclarnos en la realidad.

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