sábado, 3 de febrero de 2024

Desde el otro lado del mundo


Noto las nueve horas de diferencia entre Madrid y Los Ángeles, pero estoy dispuesto a empezar la primera jornada en Estados Unidos con buen ánimo. El viaje duró doce horas sin escalas. Se me hizo más soportable e incluso placentero porque me vi varias películas (Oppenheimer, Adiós Buenos Aires, Esperando a Dalí y la Isla mínima), escribí un poco y comencé a leer Esclava de la Libertad, la última novela de Ildefonso Falcones sobre la esclavitud en Cuba en el siglo XIX, un tema que me hizo pensar en las dificultades que tuvo san Antonio María Claret con los negreros de la isla, muchos de ellos catalanes como él. 

El Airbus 330-200 de Iberia subió hasta acercarse a Groenlandia, entró en el continente americano por la costa atlántica canadiense y fue descendiendo desde el Lago Superior hasta California atravesando varios estados. Pudimos ver con claridad los montes cubiertos de nieve de Nevada y la ciudad de Las Vegas en medio del desierto. Como me temía, las filas para pasar el control de inmigración fueron kilométricas. A pesar de que había varios puestos de policía abiertos, tuve que esperar más de una hora. 


Desde la terminal B del aeropuerto de Los Ángeles me trajeron hasta la misión de San Gabriel, una de las 21 misiones fundadas por los franciscanos en el siglo XVIII a lo largo del famoso
Camino Real de casi 1.000 kilómetros que discurre paralelo a la costa pacífica. 

Desde 1908, la misión de san Gabriel, fundada el 8 de septiembre de 1771, la regentamos los misioneros claretianos. Es la cuarta más antigua de todas las que componen el Camino Real. El 11 de julio de 2020 un incendio destruyó el techo de la iglesia vieja y la mayoría de los bancos en su interior. Tras dos años de restauración, se abrió nuevamente al culto en septiembre de 2022. Aquí realizamos un trabajo pastoral con las comunidades anglo, latina, filipina y vietnamita principalmente.


Desde el avión se veía la inmensa planicie donde se asienta la megalópolis de Los Ángeles, la segunda ciudad de México, como les gusta decir con ironía a los millones de mexicanos que viven en la zona. A diferencia de Nueva York o Chicago, no hay demasiados rascacielos, salvo en el downtown (el centro). Predominan las casas bajas diseminadas entre la montaña y la costa. Esta vez no tendré mucho tiempo para visitar la ciudad porque el lunes comenzamos la asamblea de los claretianos de Estados Unidos y Canadá. 

Comparando las antiguas misiones franciscanas con las modernas ciudades surgidas en torno a ellas, caigo en la cuenta de las raíces hispanas (culturales y religiosas) de esta zona de los Estados Unidos. Sé que todavía persiste en muchos americanos (del Norte, del Centro y del Sur) los prejuicios de la leyenda negra y que incluso en la escuela se siguen enseñando. Pero hace ya tiempo que historiadores mexicanos y argentinos, sobre todo, han empezado una seria investigación para desmontar esos prejuicios y poner en valor el legado hispánico. 

Alguien que solo quiere conquistar y expoliar un territorio, no se dedica a construir hospitales, universidades, catedrales, bibliotecas, acueductos, iglesias, misiones, puertos y caminos, muchos de los cuales son hoy Patrimonio de la Humanidad. Tampoco practica el mestizaje y elabora una legislación para defender a los pueblos originarios. El paso del tiempo nos ayudará a tener una visión más objetiva de un pasado que, con indudables e injustificables sombras, trajo mucha luz a este continente. Quizá si se produjera una reconciliación con ese pasado, se abriría un futuro mucho más prometedor. 


Pensaba que la temperatura sería algo más benigna, pero ahora mismo tenemos 9 grados, así que no hay más remedio que abrigarse. Mientras tecleaba la entrada de hoy a las 6 de la mañana (hora local), me ha llamado un amigo desde España para recordarme que hoy es san Blas y que acababan de celebrar una preciosa misa acompañada por una rondalla. Como de esta fiesta popular escribí una entrada hace siete años, me remito a ella. Me gusta que se mantengan las tradiciones y que al mismo tiempo se vayan modernizando. Bueno, me dispongo a empezar la primera jornada completa en este lugar del mundo.


2 comentarios:

  1. Gracias por comunicarte y compartir tus experiencias e informaciones históricas y geográficas del lugar donde estás… Nos aportas cultura y muy importante, amistad.
    En medio de todo, aprende también a descansar un poco.
    Que puedas disfrutar con tu trabajo en estas lejanas tierras… La oración nos une, ayuda a crear puentes… Espero nuevas noticias.

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  2. Interesante el viaje y su contenido, me quedo sin saber que se vivió despues de la estancia en tierra de mision.

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