miércoles, 25 de octubre de 2023

Enamoraos de Él


Ayer hubo un gran susto en la Ciudad Universitaria de Madrid. A eso de las tres de la tarde se produjo una explosión de gas frente al Colegio Mayor Nuestra Señora de África. Las llamas subieron a más de cinco metros de altura. Enseguida acordonaron la zona y desalojaron a los estudiantes de colegios vecinos. A mí me avisó el director del colegio mayor Jaime del Amo en donde tenía que dar una conferencia a las ocho de la tarde. Me fui a pie desde mi casa bajo una lluvia fina. En media hora cubrí con tranquilidad los dos kilómetros y medio que me separaban del colegio. 

Ante un grupo de unos cuarenta o cincuenta colegiales hablé sobre “Claret como emprendedor”. Los chicos estaban cansados de una jornada entera de clases y otras actividades, pero mantuvieron el tipo. Procuré conectar el tema con sus futuras responsabilidades sociales. Muchos de ellos ejercerán algún tipo de liderazgo. Es importante que conozcan ejemplos de personas que han sabido ser líderes profesionalmente competentes y éticamente íntegros. Por desgracia, hoy abundan los líderes tóxicos en varios ámbitos de la sociedad, sobre todo en la política.


Mientras pasaba con el mando a distancia las diapositivas de mi presentación, miraba de reojo al grupo de muchachos (entre los 18 y los 23 años) que tenía delante. Estaban también los directivos laicos de los dos colegios mayores (Jaime del Amo y Alcalá) que tenemos los claretianos en Madrid. Imaginaba lo que podían estar pensando de un santo del siglo XIX totalmente ajeno a sus preocupaciones actuales. La brecha cultural es enorme. Y, sin embargo, cuando abordamos las grandes cuestiones de la vida, entonces nos movemos en un terreno común. 

Los que navegan por internet de la mañana a la noche, escuchan a Coldplay, C. Tangana, Rosalía, o a Íñigo Quintero, son los mismos que a solas en su habitación, tumbados encima de la cama, se preguntan si tiene algún sentido la carrera en la que se han matriculado y si llegará a buen puerto la historia de amor empezada el verano pasado con la chica de su pueblo o ciudad. El amor, la libertad, el trabajo, la belleza, el sufrimiento, la vida y la muerte son cuestiones que nunca pasan de moda. Encontrarse con exploradores -como Claret- que se han internado sin miedo en estos territorios ayuda a no perderse en el bosque de la superficialidad, repleto de todo tipo de propuestas e insinuaciones.


Viéndolos con sus sudaderas de colores y sus insustituibles zapatos deportivos (uniforme generacional en casi todo el mundo), me entraron ganas de decirles lo que Claret les dijo a unos jóvenes que le preguntaron por el secreto de su incansable actividad misionera una vez que estaba predicando en la basílica de santa María del Mar en Barcelona. La respuesta de Claret está esculpida en la claraboya que ilumina la cripta donde se conservan sus restos: “Enamoraos de Jesucristo y lo entenderéis todo”. Este es el secreto: entrar en una relación personal con Jesucristo y fiarse de él. Solo él es el camino en nuestras encrucijadas, la verdad que nos libera de las mentiras, y la vida que nos contagia sentido y entusiasmo.

¿Es esto posible para un muchacho de 20 años que se pasa el tiempo haciendo ejercicios matemáticos y viendo series de Netflix en sus pocos ratos libres? Quizá muchos piensen que no porque pertenece a “la primera generación incrédula de España”. Yo creo que sí. No hay imán más poderoso que Jesucristo. Incluso cuando nos parece que ya no tiene nada que decirnos, siempre nos sorprende en cualquier pliegue de la existencia. 

Es verdad que el tema de mi conferencia era Claret como emprendedor, pero, en el fondo, yo pensaba en Jesucristo y en su poder de atracción. Después de la conferencia y de la cena con los directivos, mientras esperaba el autobús circular en la marquesina que está frente a la residencia de las Teresianas, pensaba que merece la pena acompañar de cerca estos procesos de búsqueda y encuentro, de hastío y fascinación, de sueños y fracasos. Después de muchos años en otros campos apostólicos, redescubrí la urgencia y la belleza de la pastoral juvenil. Será cosa de la edad.

1 comentario:

  1. Estoy de acuerdo contigo que la brecha cultural entre los adultos y los jóvenes de hoy, es enorme y de lo que dudo es de que cuando abordamos las grandes cuestiones de la vida nos movamos en un terreno común. Mi experiencia es que hay inquietudes de que, según que jóvenes, se mueven por otros derroteros.
    Escribes: “No hay imán más poderoso que Jesucristo. Incluso cuando nos parece que ya no tiene nada que decirnos, siempre nos sorprende en cualquier pliegue de la existencia.” Comparto contigo esta afirmación, pero me pregunto ¿Quién ayuda y acompaña, a los jóvenes de hoy, para que puedan descubrirlo? Son minoría los que pueden disfrutar de ello.
    Sí, hay una urgencia de trabajar en la pastoral juvenil, pero y ¿por qué no se empieza también por la pastoral infantil? No la dejemos solo en manos de los abuelos.
    Gracias Gonzalo por todas las inquietudes que vas despertando y ayudando a que nos dejemos atraer por Jesús.

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