Nunca he tenido una mascota. No sé lo que se experimenta viviendo con un gato, un perro, un
pájaro o cualquiera de las múltiples mascotas que hoy pueblan las casas y pisos de muchas
personas, tanto en los pueblos como en las ciudades. Cuando era niño, admiraba el pastor alemán que siempre acompañaba a
mi abuelo materno. Se llamaba Popy. Tenía una bella estampa. Era su sombra. Formaban una pareja perfecta, pero cada uno vivía en su
sitio: mi abuelo en su casa; el perro, en su caseta. No recuerdo que el perro
entrase en la casa de mis abuelos ni en la mía. Siempre se quedaba a la puerta,
en actitud respetuosa. Había una gran cercanía y, al mismo tiempo, una saludable distancia. Mi abuelo lo trataba con respeto, pero sin grandes muestras de cariño.
Los tiempos han cambiado. Muchas personas establecen con
sus mascotas (especialmente con perros y gatos) una relación afectiva tan
fuerte que se podría decir que los animales se ponen al nivel de las personas. Hay
gestos de cariño, diálogos sin palabras, cuidados tiernos, paseos juntos… Soy
testigo de la delicadeza con la que algunas personas llevan a sus pequeñas
mascotas en los aviones. He visto perritos forrados con ropas de lana en el
invierno. Y he visto también perros grandes que saltan por los sofás del salón familiar
“como Pedro/perro por su casa” sin que los dueños experimenten el más mínimo
desagrado. Los perros van al veterinario y a la peluquería canina. Comen alimentos especiales y son bañados con regularidad. Incluso he leído que algunos dueños dejan su herencia a sus mascotas o las entierran con una dignidad que ya quisieran para sí muchos miserables. Ayer sin ir más lejos, uno de mis amigos de Facebook, barítono
profesional, colgó en su muro el siguiente texto que reproduzco:
INCONVENIENTES
DE TENER
UN PERRO EN CASA |
VENTAJAS
DE TENER
UN PERRO EN CASA |
1- Empezarás y terminarás
cada día recogiendo la caca de tu perro desde el suelo y esto para toda su
vida.
2- Los primeros meses
convertirá la casa en un desastre.
3- Tendrás que ir a
trabajar y dejarlo solo, y sentirás un apretón en el corazón cada vez que
cierres la puerta.
4- Luego sentirás otro,
cuando pienses en el sofá, en un sillón, a tus preciosos zapatos que quedan
en la casa al alcance de sus dientes.
5- Ya no tendrás ropa sin
sus pelos por más de cinco minutos.
6- Tendrás que adquirir
una excelente aspiradora.
7- El cachorro que
acaricies crecerá, oh si crecerá, tan rápido que te arriesgas a perderte los
momentos más hermosos para pasar con él.
8- Recogerás vómitos,
pipis, popó y lo bueno es que ni te va a dar asco.
9- No hay estaciones, condiciones
meteorológicas o cambios climáticos que valgan: tendrás que sacarlo todos los
días, cada mañana y cada noche, él querrá salir y será el momento más
esperado.
10- Cada vez que veas a un
perro sufrir o morir será como ver el tuyo sufrir o morir. Si antes de tener
perro podías soportar estas imágenes, después no podrás soportar ver a un
perro destrozado pensando que podría ser el tuyo.
11- Mantener a un perro
cuesta mucho dinero, y nunca aportará a la casa parte de su salario para
"ayudar a la familia".
12- Dirás que "nunca
subirá al sillón ni a la cama" y te encontrarás aplastado en una esquina
con treinta kilos en el estómago.
13- Tendrás que tolerar
las miradas de la gente que te juzgará por cómo tratas al perro.
14- Tendrás que tolerar
quien te dirá "¡pero el perro no es un hijo!" sin responder, pero
piensas: ¡No me había dado cuenta!".
15- Tendrás que tolerar
las miradas de la gente que pensará: "quiere al perro porque no tiene
hijos...".
16- Ten en cuenta que lo
tendrás que despedir un día, y que los perros no solo crecen rápido, también
envejecen demasiado rápido.
17- Sufrirás viendo una
película donde muere un perro.
18- En tu coche habrá en
todas partes los pelos de tu perro.
19- Lamentarás las
oportunidades que tenías para estar con él y no te aprovechaste porque
siempre tenías un compromiso muy importante.
20- Pensarás si no estabas
mejor antes de tener un perro y tal vez te respondas que sí, que tal vez
tenías menos preocupaciones y entonces tendrás que esforzarte para rechazar
estos sentidos de culpa que te cierran el estómago.
|
1- Una noche, al final de
un día oscuro, de aquellos en las que te has arrepentido de haber nacido,
cuando todo parece ir mal y tú ni siquiera tienes la fuerza para levantarte
del sofá, verás asomar el hocico de tu perro que se apoyará en tu pierna, que
te mirará sin hacer ni un movimiento, entornando los ojos: estará allí parado
hasta que acariciarás su cabeza y entonces sentirás tu corazón abrirse como
una manzana y una emoción a lo largo de todo tu cuerpo.
Y ahí entenderás que nadie
te amará nunca como él. Solo por este momento vale la pena enfrentar todas
las desventajas de tener un perro.
|
La lista de 20
inconvenientes queda compensada con una sola ventaja. No hay duda de que los
animales se han humanizado. O, mejor, dicho, los hemos humanizado. No tengo
nada que objetar. Respeto conductas y sentimientos que no he vivido en carne
propia.
Mientras los
animales se “humanizan”, muchos seres humanos se “animalizan”. Este es el contraste
que me descoloca. En los últimos años se han difundido varias noticias de
grupos de jóvenes varones que agreden sexualmente a una mujer. Se ha hecho común
denominarlos con el nombre adoptado por uno de esos grupos: “La manada”. Se habla de la manada de Pamplona, Manresa, Sabadell, Bilbao, etc. Según el
diccionario de la RAE, manada significa “hato o rebaño pequeño de ganado que
está al cuidado de un pastor”. Jamás se aplica ese vocablo a un grupo de
personas. Si los agresores sexuales se llaman a sí mismos “manada” es porque
sienten que se han animalizado; o sea, que, en vez de guiarse por su razón, se
dejan llevar por sus instintos. Esa animalización suele estar estimulada por el
consumo de alcohol o drogas. De ese modo se desdibuja el perfil humano de los
sujetos. Ya no se sienten responsables de nada porque se comportan simplemente
como “animales”. ¿Quién se atreve a exigir responsabilidades morales o penales a
un animal?
¿No es extraña y
paradójica esta sociedad nuestra que estimula, al mismo tiempo, la humanización
de los animales y la animalización de los humanos? A mí, al menos, me lo parece.
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