jueves, 4 de abril de 2024

Cristo ha llegado primero


Escribo en un salón del Espacio Maldonadoun lugar para eventos que tienen los jesuitas en el centro de Madrid. Estoy participando en la 53 Semana Nacional para Institutos de Vida Consagrada que comenzó ayer. Esta mañana he presidido la Eucaristía en la enorme iglesia de san Francisco de Borja. Ha sido una celebración sencilla, pero llena de gozo pascual. A continuación, hemos pasado al salón de actos para escuchar la primera conferencia de la jornada, a cargo del profesor Pablo Largo Domínguez. El título resume muy bien su contenido: “Pascua y comunidad. El poder del Resucitado congrega la comunidad dispersa”. Con su reconocida maestría, ha articulado muy bien su disertación. 

Solo se puede pasar de la dispersión a la comunión cuando tenemos una fuerte experiencia del Resucitado. ¿Por qué hoy nos cuesta tanto superar la polarización social y o la disgregación comunitaria? Quizá porque no hemos descubierto que Cristo sigue vivo y que todos estamos “cristificados”. El asunto nos llevaría muy lejos, pero ahora mismo no tengo tiempo para ir más al fondo.


En el descanso me he asomado a la calle Serrano. Algunos jardineros municipales estaban segando los hierbajos que habían crecido en los alcorques de los árboles de la acera. Hay que dejar todo listo para el enlace del alcalde de Madrid que tendrá lugar en esta iglesia de san Francisco de Borja el próximo sábado. Había también algunos reporteros de cadenas de televisión haciendo entrevistas callejeras y calentando el ambiente prenupcial. 

La anécdota la han producido algunos policías de paisano que se han introducido en el vestíbulo de la zona donde estamos celebrando la Semana. Estaban haciendo controles de seguridad porque, entre otros invitados, acudirá el rey emérito Juan Carlos. Una de nuestras secretarias los ha confundido con un grupo de religiosos pasionistas y les ha pedido su identificación. Entonces, uno de ellos, sonriente, ha exhibido su placa policial. Y, en tono amable, ha dicho: “¡No imaginaba que tuviéramos aspecto de señores mayores!”. Se ve que a los religiosos nos perciben así, como gente ya entradita en años. ¡Menos mal que en la Semana hay un buen grupo de religiosos y religiosas jóvenes!


Aparte de estas anécdotas divertidas, la Semana está abordando cuestiones que van más allá del ámbito de las comunidades de consagrados. Tienen que ver con algunos demonios de nuestro tiempo (como el narcisismo, la disgregación o la polarización) y también con los desafíos que se nos presentan (comunión, fraternidad y testimonio). 

Es evidente que necesitamos una inyección de entusiasmo pascual. Necesitamos creer -como nos recordaba ayer el profesor Carlos García Andrade- que toda la realidad está “cristificada” y que, por tanto, cualquier ser humano es respetable, “encontrable” y “dialogable”. Solo desde estas premisas podemos abrirnos a todos y a todo sin miedo. Cristo ya ha llegado antes al corazón de todo ser humano y al centro de toda realidad. La fe da mucho juego. 


1 comentario:

  1. De momento me quedo con lo que nos aportas para reflexionar: “… toda la realidad está “cristificada” y que, por tanto, cualquier ser humano es respetable, “encontrable” y “dialogable”. Solo desde estas premisas podemos abrirnos a todos y a todo sin miedo. Cristo ya ha llegado antes al corazón de todo ser humano y al centro de toda realidad. La fe da mucho juego…”
    Cuando conseguimos ver al otro con la idea de que “Cristo ha llegado primero”, todo cambia y nos permite descubrir que, a nivel personal, también ha llegado a nosotros. Estamos invitados a descubrirle.
    Gracias Gonzalo.

    ResponderEliminar

En este espacio puedes compartir tus opiniones, críticas o sugerencias con toda libertad. No olvides que no estamos en un aula o en un plató de televisión. Este espacio es una tertulia de amigos. Si no tienes ID propio, entra como usuario Anónimo, aunque siempre se agradece saber quién es quién. Si lo deseas, puedes escribir tu nombre al final. Muchas gracias.