jueves, 9 de noviembre de 2023

Una luz en la muralla


Siguen las manifestaciones a cuatro pasos de mi casa. La de la pasada noche fue más pacífica y menos concurrida que la del martes. La policía sigue acordonando la zona. Los vecinos no podemos movernos con libertad. Pasadas las siete de la tarde, es mejor quedarse en casa. La entrada al santuario del Inmaculado Corazón de María se ha convertido en una especie de pequeño mirador para contemplar la escena. Los medios de comunicación se dividen en sus comentarios. Los más afines al gobierno (El País, la Ser, RTVE, la Sexta) ponen el acento en la violencia gratuita mientras siguen su campaña de blanqueamiento de la amnistía con argumentos especiosos. Los de la oposición (ABC, Antena 3, COPE, Onda Cero, La Razón, El Debate) cargan las tintas contra la estrategia de la Moncloa. Hay reporteros a pie de calle que cubren breves crónicas para los servicios informativos y luego se van. 

Si me indigna la manipulación a la que estamos siendo sometidos por parte del gobierno, más me indigna la violencia absurda de grupos extremistas y la utilización que a veces hacen de símbolos religiosos. He visto banderas con la efigie del Corazón de Jesús y cruces de diverso tamaño. No se puede esperar nada bueno de personas y grupos que no entienden de razones y se dejan llevar por las vísceras. No quiero ni imaginar un gobierno en sus manos. 


En medio de este clima tenso, he aquí que una luz aparece en la muralla. Hoy celebramos en Madrid la fiesta de Nuestra Señora de la Almudena. La historia del descubrimiento de la imagen en la antigua muralla de Madrid es bien conocida. La recuerda otra imagen moderna y una placa colocadas en una de las paredes del complejo de la Almudena. Me parece un hermoso símbolo que pone un poco de cordura y esperanza. La Madre rompe muros, ilumina oscuridades y apacigua a los hijos enfrentados. Lo que sucede en las familias puede suceder en la Iglesia y en la sociedad. La devoción mariana no es solo un sentimiento filial hacia María, la madre de Jesús. Es también una poderosa fuerza de integración social que ayuda a superar las tensiones. 

Mirando a la madre de todos, comprendemos mejor que, más allá de nuestras inevitables diferencias, todos pertenecemos a la misma familia humana y con frecuencia también a la misma comunidad eclesial. Se me hace difícil pensar que las ideas políticas puedan ser más fuertes y determinantes que las experiencias de fe. Por encima de cualquier convicción, las personas que tengo al lado, con las que salgo a la calle, son mis hermanos y hermanas. La conciencia de esta fraternidad universal debe prevalecer sobre las diferencias ideológicas y las opciones políticas. 


Superaremos esta crisis, pero acumularemos más cicatrices. Confío mucho en la sensatez de la gente. A veces las cosas tienen que ponerse muy mal para que caigamos en la cuenta del camino absurdo que estamos siguiendo y reaccionemos con cordura. Pareciera que no sabemos vivir tranquilos, que cada cierto tiempo necesitáramos una sacudida. Hay grupos e instituciones que son expertos en agitar siempre el clima social. Pero, como dice el adagio latino, “nihil violentum durabile” (nada que sea violento dura mucho). Por más agresivos que seamos (y en condiciones extremas lo somos hasta la frontera de la inhumanidad), no estamos hechos para la violencia, sino para la relación. 

En contra de lo afirmado por el filósofo Hobbes, el hombre no es un lobo para el hombre (“homo homini lupus”). Cristo nos ha revelado que todo ser humano es un hermano o una hermana (“homo homini frater et soror”). En un día como hoy le pido a la Virgen de la Almudena que nos ayude a vivir esta fraternidad y que, desde ella, abordemos juntos los problemas que hacen ardua la convivencia. ¡Feliz fiesta a todos!

3 comentarios:

  1. Gracias por hacer memoria del mensaje de la fraternidad que nos recuerda que todo ser humano es un hermano o una hermana.
    Feliz fiesta Gonzalo y gracias por tu petición a la Virgen de la Almudena.

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  2. Gracias Gonzalo aquí en Argentina hay una grieta que cada vez es más profunda da mucha pena ,pueda ser que María ponga un manto de PAZ entre los argentinos . Gracias Gonzalo.por tus sabios comentarios

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  3. ¡Una exposición brillante! Tu publicación es reveladora, está bien elaborada y es un placer leerla. Gracias por compartir tu valiosa perspectiva.

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