Hoy es el Día Mundial del Agua. El lema de este año es “Valoremos el agua”. Más de dos mil millones de personas viven todavía sin acceso al agua potable. El agua es precisamente el sexto objetivo de la famosa Agenda 2030, que, entre otras cosas, presenta 17 objetivos para transformar nuestro mundo desde la clave del “desarrollo sostenible”. Estoy seguro de que muchos lectores del Rincón están familiarizados con este ambicioso proyecto de escala mundial. Puede que a otros les suene al típico discurso escrito en “politiqués”, la jerga usada por algunos políticos y tecnócratas para hablar mucho sin decir nada relevante y para hacer lo menos posible.
En la entrada de ayer prometí que hoy hablaría de la Agenda 2030. El sábado mis compañeros del gobierno general y yo dedicamos seis horas a tratar este asunto con los claretianos que forman parte del equipo de Solidaridad y Misión (SOMI), que incluye a quienes trabajan en el ámbito de las Naciones Unidas en Nueva York. Durante cuatro sesiones de hora y media estuvimos conectados a la plataforma Zoom para compartir información y reflexiones desde varios puntos de vista. Los miembros del equipo de SOMI hicieron un gran esfuerzo por conectar los 17 objetivos de la Agenda 2030 con la Biblia, la Doctrina Social de la Iglesia y las encíclicas Laudato Si’ y Fratelli tutti del papa Francisco.
¿Cuáles son estos 17 objetivos (goals)? Los transcribo tal como los presenta la ONG Educo:
1. Poner fin a
la pobreza en todas sus formas en todo el mundo
La pobreza se ha
reducido en un 50% desde el año 2000, pero siguen existiendo millones de
personas que viven con solo 1,90 dólares al día. La pobreza tiene muchas
consecuencias como el hambre, la malnutrición, la falta de una vivienda digna,
la imposibilidad de acceder a la educación o las enfermedades.
Lograr que se
alcance este objetivo supone fomentar un crecimiento económico que promueva la
igualdad y que sea sostenible.
2. Poner fin
al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y
promover la agricultura sostenible
La agricultura y
el sector alimentario son fundamentales para eliminar el hambre y la pobreza.
Actualmente la tierra y el agua de los océanos y de los ríos se están
degradando y sufren los efectos de la sobreexplotación.
La reforma del
sistema agrario y alimentario en todo el mundo es fundamental para que puedan
comer todas las personas que pasan hambre.
3. Garantizar
una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades
Este objetivo es
la base de todos los demás porque para alcanzar el resto de ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) es necesario
que se garantice y promueva la salud y el bienestar.
Todavía queda
mucho trabajo por hacer porque las tasas de mortalidad materna y neonatal son
muy altas, se propagan enfermedades infecciosas y existe una mala salud
reproductiva. Entre otras acciones, para cumplir este objetivo, será necesario
impulsar iniciativas que erradiquen determinadas enfermedades, financiar los
sistemas de salud, mejorar el saneamiento y aumentar el acceso a los servicios
médicos.
4. Garantizar
una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de
aprendizaje durante toda la vida de todos
Si se quiere
alcanzar el desarrollo sostenible, la educación de calidad es la base. La
educación y la alfabetización proporcionan a las personas las herramientas
necesarias para salir de la pobreza y tener un futuro mejor.
La realidad es que actualmente existen más de 265 millones de niños y niñas que no están escolarizados. Los problemas que se deben combatir son el mal estado de las escuelas o la escasa preparación de los profesores, entre otros.
5. Lograr la
igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas
La igualdad entre
los géneros es un derecho humano y la base para alcanzar la sostenibilidad.
Para lograr la igualdad es necesario que mujeres y niñas accedan a la
educación, a la atención médica, a un trabajo decente y puedan participar en
los procesos de toma de decisiones políticas y económicas.
6. Garantizar
la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos
La falta de agua
potable o el agua de mala calidad tienen consecuencias en la seguridad alimentaria
y en los medios para subsistir de muchas personas en el mundo. Para lograr que
todos tengan acceso al agua potable y al saneamiento es fundamental que se
gestionen de forma sostenible los recursos hídricos en el mundo.
7. Garantizar
el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos
La energía se
utiliza para muchas actividades cotidianas como cocinar o el aseo personal, sin
embargo, más de 300 millones de personas en el mundo siguen cocinando con
combustibles muy contaminantes.
Para proteger el
medioambiente es fundamental impulsar la utilización de energías renovables en
calefacción y transporte, entre otros aspectos, así como la financiación de
tecnologías más limpias.
8. Promover el
crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y
productivo y el trabajo decente para todos
Se considera que
la mitad de la población mundial, aproximadamente, vive con menos de 2 dólares
al día y en muchos países se dan casos de explotación infantil. En algunos
países el hecho de tener un empleo no ayuda a salir de la pobreza. En este
sentido, con este objetivo, se trata de conseguir que todas las personas puedan
tener un empleo de calidad, de manera que se reduzca el desempleo y se aumente
la productividad y el consumo.
9. Industria,
innovación e infraestructuras
Tener una
economía fuerte depende de que se realizan inversiones importantes en las
infraestructuras de los países. La innovación, además, es fundamental para que
exista una industria más productiva y menos contaminante. Aunque durante los
últimos años se ha producido una reducción de las emisiones de dióxido de
carbono en la fabricación, la reducción no ha sido igual en todo el mundo.
10. Reducir la
desigualdad en y entre los países
Actualmente
existen grandes desigualdades en países y entre países en lo que respecta al
acceso a los servicios de salud, a la educación y a los bienes productivos.
Para reducir las desigualdades es fundamental que se favorezcan las
exportaciones de los países en desarrollo y que se reduzcan los aranceles.
11. Lograr que
las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes
y sostenibles
En general, se
considera que las ciudades han ayudado a muchas personas a progresar social y
económicamente y, de hecho, las ciudades han crecido y siguen creciendo de
manera que se espera que en 2030, 5.000 millones de personas vivan en ciudades.
Para superar el reto de que tantas personas vivan en las ciudades, estas deben
convertirse en espacios seguros, inclusivos, resilientes y sostenibles.
12. Garantizar
modalidades de consumo y producción sostenibles
El consumo no
sostenible produce contaminación y degrada el medioambiente, por lo tanto, es
necesario actuar desde la raíz para apostar por sistemas de producción que
respeten en entorno y que sean sostenibles. Además, todas las personas deben
elegir modos de vida sostenibles para contribuir a cuidar la naturaleza y
frenar el cambio climático.
13. Adoptar
medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos
El cambio
climático es una realidad y está produciendo efectos negativos en las personas,
en la economía y en la naturaleza. Para luchar contra el cambio climático en
2016 varios países firmaron el Acuerdo de París y se comprometieron a trabajar
para limitar el aumento de la temperatura global a menos de 2 grados.
14. Conservar
y utilizar en forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos
para el desarrollo sostenible
Los mares y los
océanos no son solo fuente de vida, también son esenciales para el comercio y
el transporte, pero, actualmente, la contaminación y la acidificación están
causando cambios en los ecosistemas. Para lograr proteger mares y océanos es
fundamental una regulación que sea efectiva y que controle la sobrepesca y la
contaminación.
15. Gestionar
sosteniblemente los bosques, luchar contra la desertificación, detener e
invertir la degradación de las tierras y detener la pérdida de la biodiversidad
Más del 30% de la
superficie de la tierra está cubierta por bosques y los árboles son elementos
esenciales para frenar el cambio climático.
En la actualidad,
se destruyen 13 millones de hectáreas al año, lo que provoca desertificación.
El reto consiste en proteger los bosques, gestionar el uso de los recursos de
forma sostenible y reducir la desertificación.
16. Promover
sociedades justas, pacíficas e inclusivas
La paz es
fundamental para lograr el resto de ODS, sin embargo, la violencia en todas sus
manifestaciones sigue siendo un problema para personas de todo el mundo, en
este sentido cabe destacar el maltrato infantil y sus graves consecuencias.
La clave está en
legislar para que las normas sean más efectivas y se protejan los derechos de
las personas.
17.
Revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible
De nada sirve que
se establezcan objetivos si no hay acuerdos entre todos los actores que deben
participar: gobiernos, empresas privadas y ciudadanos. En este sentido es
fundamental fomentar alianzas para aunar esfuerzos y recursos y lograr que los
ODS sean una realidad.
Tengo reservas en aceptar dicha AGENDA sin un análisis cuidadoso. Siento resistencia a aceptar sin filtro la propuesta de la ONU, no en su lenguaje formal, que parecería ser hasta una traducción moderna de principios evangélicos. Sin embargo, podriamos pecar de superficialidad si no vemos que existen intereses y subagendas que contradicen nuestra intención evangélica e incluso nos puenden hacer aparecer como supuestos aliados de quienes imponen subagendas con estrategias de manipulación cultural. Un ejemplo de ello es la definición que la ONU da a los "Derechos Humanos". Me parece falaz y contrario al evangelio decir que "la igualdad entre los generos es un derecho humano". Detrás de este planteamiento existe una agenda que parte de una concepción antropológica de "persona humana" muy ideologizada, que incluso tiene objetivos políticos especificos, como son los llamados "derechos reproductivos" entre los que se incluye el aborto, y la imposición de politicas de reformas juridicas en los Estados que desean socabar derechos adquiridos como la "patria potestad" de los padres y la familia. Otro ejemplo de manipulación es el cambio que se da ahora al derecho a la libertad religiosa y la objeción de conciencia. Solo hay que ver en la pagina de la ONU lo descrito en las Comisiones correspondientes, que no todo lo que dicen que son "Derechos Humanos" se alinea con el Evangelio. Es solo un ejemplo de que no todo es del color del cristal con que nos lo presentan. Existen muchas voces cualificadas, cada vez más vocales, que están protestando contra esta manipulación cultural. Nadie esconde hoy los intereses de los "grandes magnates" mega-multimillonarios del planeta que controlan y manipulan dichas subagendas. En fin, creo que la "globalización" tiene su trigo y su cizaña. Y debemos conocer y sobre todo distiguir bien una de otra si queremos de verdad estar de parte de los pobres y ser fieles al Espiritu.
ResponderEliminar