jueves, 25 de noviembre de 2021

¿Por qué soy cristiano?


En 1957, Bertrand Russell (1872-1970), el famoso filósofo y matemático inglés, escribió un libro que dio mucho que hablar: ¿Por qué no soy cristiano?   (Why I Am Not a Christian). La Biblioteca Pública de Nueva York lo considera uno de los libros más influyentes del siglo XX. Ha sido muy citada la frase que puede resumir su contenido: “Afirmo deliberadamente que la religión cristiana, tal como está organizada en iglesias, ha sido, y es aún, la principal enemiga del progreso moral del mundo”. Treinta años más tarde, en 1987, el teólogo suizo Hans Küng (1928-2021) publicó su libro ¿Por qué sigo siendo cristiano? No tuvo el impacto del libro de Russell, pero también dio que hablar. 

Siguiendo esta misma estela de porqués, en 2005 el pensador español José Antonio Marina publicó su ¿Por qué soy cristiano? en la editorial Anagrama. Me lo acabo de releer estos días. El autor justifica así su esfuerzo: “Un filósofo tiene que enfrentarse con los temas esenciales de la realidad y también de su cultura, y parece evidente que, en una civilización cristiana como la nuestra, saber a qué atenerse respecto del personaje al que constantemente se hace referencia es inevitable”. Me parece una actitud sensata e inteligente. ¿Cuántos de nosotros nos hemos preguntado sinceramente por qué somos cristianos? ¿Cuántos hemos encontrado una respuesta satisfactoria o, por lo menos, suficiente para seguir sosteniendo nuestra fe en Jesús?

El libro de Marina me ha hecho pensar. Aunque en algunos puntos se me queda muy corto, creo que merece la pena leerlo. Detrás de su pensamiento se adivinan muchas lecturas históricas, filosóficas y teológicas. No es un cantamañanas que se pone a pontificar sin conocimiento de causa. Respecto de su experiencia personal de “encuentro” con Jesús, no puedo decir nada. Él mismo es muy parco a la hora de adentrarse en este territorio, pero reconoce la importancia de las experiencias personales, tan denostadas por quienes defienden un concepción intelectualista de la fe. Recorriendo las 152 páginas del libro, caigo en la cuenta de que el “asunto Jesús” es un pozo sin fondo. Cuanto más se da por liquidado, más interés suscita. Siguen escribiéndose montañas de libros y artículos y produciéndose películas, series (como la excelente The Chosen) y documentales.

Las personas doctas se rompen la cabeza con reflexiones de altura. ¿Cómo es posible conciliar la verdad objetiva y la verdad personal, la razón y la fe, la institución y el carisma? Las personas sencillas perciben en Jesús un océano de amor que les da fuerza para afrontar una vida llena de problemas. Pasan los siglos y seguimos diciendo casi lo mismo que se decía al principio: ¿Existió un hombre como Jesús? ¿Era solo un hombre o había en él algo más? ¿En qué consistía ese algo más? ¿Qué tiene él que ver conmigo y qué tengo yo que ver con él? ¿Podría cambiar el mundo si todos creyéramos en él y en su sueño de Reino de Dios?

Nunca acabamos de saber por qué somos cristianos o por qué hemos dejado de serlo. Pocos estarían en condiciones de escribir un libro como el de Marina. A menudo despachamos el asunto con frases muy genéricas: “Porque me bautizaron de niño”, “Porque he crecido en una familia cristiana”, “Porque es lo que se lleva en mi ambiente”, “Porque Jesús es para mí una fuente de inspiración”, porque, porque… También las del otro signo suelen ser muy nebulosas: “Porque esto de la religión es un cuento chino”, “Porque no hay ninguna base científica para creer”, “Porque esa etapa ya la he superado”, “Porque no me dice nada”, porque, porque… 

De vez en cuando, merece la pena coger una hoja de papel en blanco y un bolígrafo, sentarse en un lugar tranquilo y hacer el esfuerzo por responder por escrito a una pregunta directa: ¿por qué soy cristiano? Es probable que al principio no sepamos bien qué decir. Si aguantamos el primer silencio, a lo mejor van saliendo borbotones de vida que no sabíamos que estaban dentro. Ganar conciencia de lo que vivimos inadvertidamente es un paso imprescindible en el camino espiritual. Si somos capaces de escribir algunas respuestas, aunque nos parezcan superficiales o tópicas, tenemos un punto de partida muy real para seguir creciendo en nuestro camino de fe. ¡Adelante!

1 comentario:

  1. Tres libros, tres autores, tres preguntas diferentes: ¿Por qué no soy cristiano? ¿Por qué sigo siendo cristiano? ¿Por qué soy cristiano?
    Voy a leer el libro al que nos enlazas… y luego veo como adquiero los otros dos…
    En la vida hemos vivido momentos diferentes que se pueden encuadrar en las preguntas formuladas como títulos de libros. Será bueno buscar la respuesta según las etapas por las que hemos pasado.
    Acepto el reto: tengo una hoja “en blanco” y un bolígrafo y vamos a ver que sale.
    Gracias por decirnos que: “Las personas sencillas perciben en Jesús un océano de amor que les da fuerza para afrontar una vida llena de problemas”.
    Gracias por inquietarnos un poco y ayudarnos a salir del conformismo.

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