Otra forma de contar las cosas

A muchos católicos se les cae la Biblia de las manos. Pueden leer con provecho algunos textos de los Evangelios, pero les resultan difíciles las cartas de san Pablo, por ejemplo, y no digamos la mayoría de los libros del Antiguo Testamento. Disfrutan orando con algunos salmos (no con todos), con tal de que la traducción sea clara y poética. Hay libros que ignoran por completo. Las personas mayores aprendieron de niños algunos episodios aislados de lo que se solía llamar “historia sagrada”, pero no tuvieron una iniciación bíblica en cuanto tal. Con el paso del tiempo se les hizo difícil compaginar esos episodios con lo que iban sabiendo por otras fuentes. Muchos terminaron considerando la “historia sagrada” como un conjunto de leyendas sin el menor fundamento histórico. Muy pocas personas (por lo menos en España e Italia) se han formado para una lectura crítica y creyente de la Biblia. Predomina una aproximación selectiva y moralizante a menudo descontextualizada. Esperemos que el Domingo de la Palabra vaya abriendo el apetito para que cada vez más personas busquen una formación bíblica de calidad. En esto es admirable el esfuerzo realizado en muchos países de América, Asia y África. Se nota en los frutos de crecimiento espiritual, cohesión comunitaria y compromiso social que produce. 

A veces no es necesario hacer un curso sistemático. Bastan algunas aproximaciones hechas con fundamento y creatividad. Entre los muchos materiales que hay disponibles en Internet, escojo hoy un proyecto audiovisual que se llama Bible Project. Está en varias lenguas, incluido el español. Añado un vídeo que en pocos minutos presenta una sencilla introducción. Combina una exposición clara con una animación sencilla que lo hace atractivo. No sustituye a un curso sesudo, pero aclara conceptos, disipa dudas y, sobre todo, despierta la curiosidad para seguir buscando. Está elaborado por nuestros hermanos protestantes, muy sensibles a la importancia de la Palabra en la vida cristiana.