El regreso al tiempo ordinario, tras las dos semanas navideñas, ha alterado mis rutinas, así que la
entrada de hoy llega cuando el día ya va de caída. Seré breve. En el evangelio
de hoy se lee la llamada a los primeros discípulos según el relato de Marcos. Jesús comienza llamando a Simón
y a su hermano Andrés, dos pescadores galileos “que estaban echando el copo en el lago”. El maestro no se anda con
rodeos, ni espera un largo proceso de discernimiento: “Venid conmigo y os haré pescadores de hombres”. En ninguna parte
se explica en qué consiste esa extraña y nueva profesión. Simón y Andrés saben
pescar peces, ¿pero hombres? En cualquier caso, la atracción de Jesús debe de
ser tan magnética que el evangelio de Marcos sintetiza así la respuesta: “Inmediatamente dejaron las redes y lo
siguieron”. Interesan los tres ingredientes de esta escueta frase. El
adverbio inmediatamente parece evocar
ese “con presteza” que describe la disposición de la joven María cuando emprende el camino de Nazaret hacia la
casa de su prima Isabel. No se trata de marear la perdiz porque, al final, cae
al suelo redonda. Se trata de arriesgarse antes de ver todo claro. Cuando pienso en algunos jóvenes que están madurando su
posible vocación a la vida consagrada y nunca acaban de decidirse (ahora sí -
ahora no), entiendo mejor la fuerza de este adverbio imprudente. El último
elemento es un verbo dinámico: “lo
siguieron”; es decir, fueron detrás de él, no se limitaron a inspirarse en
sus palabras, sino que quisieron reproducir su estilo de vida sin saber bien en qué consistía.
Entre el primero y el
último ingrediente hay tres palabras -solo tres en la versión castellana- que
han hecho correr ríos de tinta: “dejaron
las redes”. Hace unos años a nadie se le hubiera ocurrido dar a esta frase
un sentido distinto del obvio. Dejar las redes significa abandonar su trabajo
de pescadores para empezar una vida incierta, sin oficio ni beneficio. Las
redes eran su instrumento de pesca. Sin embargo, de unos años a esta parte
(menos de diez), la frasecita ha tenido mil y una interpretaciones. Los que
trabajan con jóvenes se las han arreglado para darle la vuelta y actualizarla.
El texto de Marcos habría que leerlo así: “dejaron
las redes (sociales)”. O sea, que si uno quiere ir detrás de Jesús en pleno
siglo XXI ya puede ir dejándose de móviles, Facebook,
Twitter, Instagram y todo lo demás. O te conectas a Jesús o te conectas a
las redes. Parece que no es posible conectarse con Jesús a través de las redes. Sé que se trata de una provocación, pero, en
el fondo, aquí se esconde una gran verdad. Si un joven (o un adulto) está todo
el santo día pendiente de los guasaps
que entran, de los me gusta que
reciben sus entradas y de lo que sus amigos o seguidores cuelgan en las redes,
¿qué tiempo le queda para escuchar la invitación que Jesús le dirige a ser “pescador
de hombres” (algo así como webmaster
de la página del Evangelio)?
No es cuestión de tiempo
medido en horas y minutos. Es cuestión de actitud y motivación. Desparramado en
los mil mensajes externos, esclavizado por la adicción digital, ¿cómo escuchar mensajes
que hablan de cambiar el estilo de vida, de ir más allá, de ponerse en camino? No
sería coherente si hablara mal de las redes sociales. Yo soy un usuario
habitual. Me limito a formular como pregunta la frase del evangelio de Marcos:
¿Qué significa hoy “dejar las redes”? ¿Será
necesario desintoxicarnos de una dependencia excesiva? Los micro-mensajes de las
redes, ¿nos habrán hecho insensibles al mensaje grande Jesús? ¿Hacia dónde
vamos? Quizás algunos de los amigos del Rincón
tenéis algunas respuestas a estas preguntas. Por cierto, ayer recibí un montón
de mensajes de felicitación “a través de
las redes”. No puedo hablar muy alto. Y, además, no he sido muy breve, como prometí al principio. Mea culpa.
Un abrazo hermano Gonzalo, son las 5:35am aqui en mexico y esta tarde tengo que predicar un tema para los jóvenes de la iglesia con este mismo titulo y le pedía al Espiritu Santo que me iluminase ya que no quiero que los jóvenes sigan siendo mis amigos (y usted sabe a lo que me refiero) pero que a la vez entiendan que es mucho tiempo el que se desperdicia en las redes, pero que llevo un sentimiento encontrado ya que las redes sociales usadas correctamente pueden ser una herramienta poderosa para la predicación del evangelio entonces Dios me guió a encontrar este blog....Muchas gracias, bendiciones.
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