Ha pasado un mes desde el
comienzo del verano en el hemisferio norte. Es probable que muchos de los
lectores de este Rincón estéis
disfrutando de vuestras vacaciones en la playa, en la montaña o vaya usted a
saber dónde. Yo permanezco todavía con las manos en el timón, a la espera de
que soplen otros vientos. Roma se va quedando cada vez con menos gente, aunque
los turistas que se atreven a desafiar el calor reemplazan en parte a los nativos. Esto
se nota más en las zonas del centro histórico que en el barrio en el que vivo. Hay
como un suave sopor que lo invade todo a partir de las 11 de la mañana. Por eso
yo prefiero las horas del amanecer para ser persona; el resto del día lo
sobrellevo como puedo, a veces reduciéndome a mi condición mineral y
dosificando los esfuerzos. Como es lógico, la vida no se detiene porque
estemos en verano. Por otra parte, un amigo mío que vive en San Carlos de Bariloche
(Argentina) me dice a través de Facebook
que en esa ciudad austral tienen “mucha
nieve y frío, algunas dificultades, pero no murió nadie”. Está claro que
nunca nieva o hace sol a gusto de todos.
Bueno, meteorología
aparte, hoy hace 48 años que, a las 2:56 (hora internacional UTC), Neil Armstrong, comandante
de la misión Apolo 11,
pisó la superficie lunar; poco después lo hizo Edwin E. Aldrin. Yo me
encontraba haciendo un campamento en las montañas del norte de León. No pude ver por
televisión la retransmisión de ese acontecimiento histórico, pero recuerdo cómo
esa mágica noche todos mirábamos a la luna sentados alrededor del fuego. Era una noche clara y fresca. Hay
recuerdos que se quedan grabados para siempre. Tampoco pude ver ese día -¡vaya
coincidencia!- el momento en el que Francisco Franco presentó ante el Consejo
del Reino la designación de Juan Carlos I como sucesor al trono de España. Pero hay
muchas más cosas que sucedieron un día como hoy. Diez años más tarde, en 1979, el
español Severiano
Ballesteros ganó el Open británico,
el torneo de golf más prestigioso del mundo. Y, para añadir un toque
arquitectónico, conviene recordar que el 21 de julio de 2007, el rascacielos Burj Khalifa superó al
que entonces era el edificio más alto del mundo, el Taipei 101, que tuve la suerte de visitar en enero de 2012.
De todos estos
acontecimientos, el que más impacto tuvo fue, sin duda, la llegada del ser humano a
la luna. En palabras de Armstrong, se trató de one small step for a man; one giant leap for mankind (un pequeño
paso para un hombre; un salto gigante para la humanidad). Todavía hay mucha
gente que cuestiona la
realidad de este hecho. Creen que fue un montaje propagandístico de los
Estados Unidos en un momento en el que las derrotas en la guerra de Vietnam, que
en conjunto le costó casi 60.000 muertos al país, estaba minando su autoestima. Aducen
toda clase de pruebas. No seré yo quien las desmienta o ratifique. No tengo
competencia para ello. Algunas suenan bastante convincentes, pero me cuesta
creer que la comunidad científica internacional sea víctima de un espejismo de
este calibre. Aunque ya se sabe que en verano… todo puede suceder.
Lo mejor es tomar
distancia, prepararse una bebida refrescante, coger un libro y emprender otro
tipo de vuelo menos tecnológico pero más apasionante. No hay nada mejor que un
buen libro para poner en marcha “los sueños de verano”. Todavía no he elegido
los que voy a devorar durante los días de vacaciones. Se admiten sugerencias. Aunque
puede suceder que otros muchos acontecimientos me impidan dedicar tiempos
prolongados a la lectura. Si hay que escoger entre un encuentro con alguien querido
y la lectura de una novela, no tengo duda. La realidad prima sobre la ficción. Entre
un buen paseo y un buen libro… tengo mis dudas. Me inclino por el primero. El
libro siempre puede esperar; los paseos tienen su momento. Bueno, lo dejo aquí. Es evidente que hoy no tengo un tema caliente como ayer. Todo obedece al desvarío de una amodorrada tarde de verano.
Yo tb prefiero el amanecer pero todo el año. Voy abriendo lentamente los ojos y el alma al nuevo día. Buen fin de semana
ResponderEliminarBuenos días: Recomendación: Historias de la Alcarama, Abel Hernández, seguro que lo has leído, pero por si acaso. ¿Nos puedes hacer alguna recomendación una vez selecciones los tuyos?. Un abrazo. María
ResponderEliminarLo intentaré, pero no estoy muy puesto en novedades editoriales. La mente y el corazón los tengo en otros lugares.
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