sábado, 7 de mayo de 2022

Encuentros que marcan


Dentro de ocho horas regresaré a Madrid. Han sido dos semanas intensas por tierras polacas y alemanas. Aquí llegan con más fuerza los ecos de la guerra en Ucrania, aunque a medida que pasa el tiempo parece que nos vamos acostumbrando a lo inevitable. No podemos vivir sobresaltados a todas horas. Cuando comparo mi espléndido refugio bávaro con los sótanos en los que se apilan muchos ucranianos siento vergüenza. Nunca entenderemos por qué unos vivimos bien y otros sobreviven a duras penas.

No olvido que hoy, 7 de mayo, es el 72 aniversario de la canonización de san Antonio María Claret y el 49 de la muerte de Arcadio María Larraona Saralegi, el primer cardenal claretiano, un navarro de pro que pasó casi toda su vida en Roma. Aunque no soy un nostálgico de la historia, creo que no podemos olvidar a las personas que, de una manera u otra, han marcado nuestro camino. En mi caso, es evidente que sin Claret yo no sería quien soy. Nunca entenderemos bien por qué se producen en la vida ciertos encuentros que cambian nuestra trayectoria.


Hay varios modos de interpretar la película de nuestra vida. Uno de los más fecundos es hacerlo a partir de los encuentros que la han marcado. A lo largo de los años nos encontramos con muchas personas. La mayoría pasan por nosotros sin dejar rastro visible. Puede que hayamos tenido un trato cordial e incluso asiduo, pero eso no significa que nos hayan “marcado”. Otras, por el contrario, aunque solo las hayamos visto una vez, han dejado un trazo indeleble. 

A principio de los años 90 escribí, solo para mi uso, una galería con los nombres de 33 personas que me habían marcado hasta ese momento. Ahora he planeado escribir otra con los 33 nombres (o más) de los últimos 30 años. Quizá me aproxime a las 100 personas. En ese número no cuento a las personas famosas con las cuales me he “encontrado” a través del estudio o de la lectura. Solo incluyo a hombres y mujeres de carne y hueso con los que me he encontrado físicamente. Me sorprendo al comprobar que en la lista apenas hay algún personaje famoso. Las personas que más me han “marcado” están muy alejadas del brillo mediático.


Siempre me he preguntado por qué algunas personas provocan en nosotros un cosquilleo interior que en ocasiones se parece al enamoramiento, pero que en la mayoría de los casos tiene que ver con la fuerza de la autenticidad. Cuando alguien se muestra como es, sin los filtros de la buena educación o los convencionalismos sociales, entonces se produce el milagro del encuentro. La autenticidad llama a la autenticidad. Y más en tiempos como los actuales en los que la impostura se ha convertido en un juego socialmente aceptado.

En el fondo, somos los que las personas que nos han marcado nos han enseñado a ser. Por nuestro río interior fluyen las aguas de muchos arroyos que las han vertido en nuestro cauce a lo largo del tiempo. Ya no podemos distinguirlas con precisión porque se han fundido con otras, pero eso no significa que no sigan presentes. Hoy, en el recuerdo de Claret, doy gracias a Dios por las personas (vivas o difuntas) que han “marcado” mi vida y hacia las cuales nutro una profunda gratitud. Parafraseando la frase de Ortega y Gasset, podría decir que “yo soy yo y mis amigos”. Infinitas gracias.

2 comentarios:

  1. En lo que se refiere a todo el dolor y a todo el malvivir de este pueblo ucraniano, igual que a la pobreza mundial que se vive, da rabia y también puede ayudarnos a tomar conciencia de llevar una vida más austera, sin crearnos necesidades extras y así solidarizarnos con los que más sufren.
    No me había parado a pensar, con profundidad, esta realidad que compartes de que hay “encuentros que marcan”, aunque lo sé porque he tenido la suerte de poderlo experimentar. Reconocerlo ayuda a agradecerlo… Encuentros que se dan en nuestros ambientes cotidianos y otros que se dan donde una menos espera… También hay encuentros negativos, pero que también, gracias a ellos, hemos llegado donde estamos.
    Gracias por expresarnos la realidad de que: “En el fondo, somos los que las personas que nos han marcado nos han enseñado a ser.” Y por la simbología de que: “Por nuestro río interior fluyen las aguas de muchos arroyos que las han vertido en nuestro cauce a lo largo del tiempo. “
    Gracias Gonzalo por todo lo que me ha conllevado el encuentro contigo.

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  2. Eñ Padre Clatet sigue marcando vidas un encuentro con
    su espiritualidad, nos cambia deja huellas,

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