Hacía años que los Misioneros Claretianos y otros grupos de la Familia Claretiana llevábamos dándole vueltas a la idea de hacer una película sobre san Antonio María Claret. Su vida reúne todas las características necesarias para
hacerla atractiva y “edificante”, si es que este último adjetivo se puede seguir
usando en una época en la que da la impresión de que solo lo “canalla” goza de
buena prensa. Quizá la complejidad del personaje, la variedad de escenarios en
los que se movió (Cataluña, Islas Canarias, Cuba, Madrid, varios lugares de
España, Lisboa, París, Roma, Fontfroide) y, sobre todo, los altos costes de un
largometraje nos echaban para atrás. Pero todo empezó a cambiar a raíz de la película
“Un Dios prohibido”, que cuenta la historia de los mártires claretianos de Barbastro. La buena
aceptación por parte de muchas personas –no siempre por parte de una cierta crítica
que suele ver con malos ojos todo lo referido a la Iglesia– nos animó a embarcarnos
en la aventura de una película
sobre Claret. Contracorriente
Producciones –y en especial el director Pablo
Moreno– se han entusiasmado casi más que nosotros. Tras una primera
reunión de trabajo el pasado mes de enero, se puso en marcha la elaboración del
guion. Después de quince versiones, el rodaje comenzó hace unos pocos días y se
prolongará hasta el mes de noviembre, aprovechando la luz del otoño. Si el
proceso de postproducción va según el calendario previsto, la película –que, por el momento, se llama Pobre y a pie– podría
estrenarse en octubre de 2020, coincidiendo con la celebración del 150
aniversario de la muerte de Claret (1807-1870).
No es fácil contar historias
según los códigos cinematográficos de hoy. Se puede caer en el moralismo, la
sensiblería, los estereotipos o la extravagancia. La historia de Claret es en sí
misma grandiosa y atractiva, pero hay que saber contarla. Este es el principal
desafío de las películas sobre santos. En Italia hay más tradición que en
España. La RAI, por ejemplo, ha producido series de calidad sobre san Felipe Neri, san Pio da Pietrelcina, santa Josefina Bakhita, san Juan XXIII, san Juan
Pablo II, etc. Tienen oficio y saben conectar con el público italiano. En
España no es tan fácil. No abundan
los directores expertos en este tipo de cine. Tampoco los productores quieren
arriesgarse con películas “religiosas” o “espirituales”. Temen la escasa aceptación del público y, por tanto, el fracaso económico.
Y, sin embargo, hay muchas personas que desean otro tipo de cine, que ya están
un poco hartas de que Hollywood
lleve más de cien años contándonos las mismas seis historias. Así que,
visto todo, nos hemos arriesgado. Pocas personas van a leer, por ejemplo, la Autobiografía
de Claret, pero muchos pueden acercarse a su vida a través de una película. Y
quizás la película puede ayudarles a formularse preguntas, a ver que la vida se puede
vivir de otra manera, a comprobar que cuando una persona está movida por el
amor de Dios puede hacer cosas extraordinarias.
Hacer una película cuesta
dinero. Difícilmente se puede hacer una producción en España por menos de dos o
tres millones de euros. Nuestro presupuesto se queda en medio millón. Tenemos otras muchas prioridades misioneras que consideramos más urgentes y que demandan recursos. Por eso, no
pretendemos hacer una superproducción, sino una obra sencilla y digna. Cuando
estábamos dando forma al proyecto se nos ocurrió la idea de organizar una
campaña de crowdfunding o de micromecenazgo,
como suele decirse en español. Un experto perteneciente al movimiento Seglares Claretianos se
ha encargado de prepararla. Estamos convencidos de que, a base de pequeñas
aportaciones, se puede lograr el objetivo. Hay muchas personas que sienten
simpatía por Claret, no solo los miembros de los diversos grupos de la Familia Claretiana –que patrocinan el proyecto– sino también
muchos de nuestros familiares, amigos, conocidos, feligreses de nuestras parroquias,
alumnos y exalumnos de colegios claretianos, voluntarios de las misiones, lectores de los libros y revistas publicados por nuestras editoriales y –¿por qué no?– los lectores de El
Rincón de Gundisalvus. Por eso te animo a que difundas esta noticia entre
tus amigos, compañeros y conocidos. Muchos “pocos” hacen un gran “mucho”. Esta es la filosofía del
micromecenazgo. Merece la pena que nos comprometamos.
Si quieres hacer una donación, por pequeña que sea, puedes pinchar aquí. En la página del micromecenazgo encontrarás también una primera información sobre la película. En nombre de los misioneros claretianos, te agradezco de corazón tu ayuda. ¡Ojalá dentro de un año podamos ver la película y hablar sobre ella!
CÓMO PUEDES CONTRIBUIR
Si quieres hacer una donación, por pequeña que sea, puedes pinchar aquí. En la página del micromecenazgo encontrarás también una primera información sobre la película. En nombre de los misioneros claretianos, te agradezco de corazón tu ayuda. ¡Ojalá dentro de un año podamos ver la película y hablar sobre ella!
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