Acabo de llegar a Dubai después de un vuelo de poco más de cinco horas desde Roma. Son las 7 de la mañana. Afuera la temperatura es ya de 32 grados. Por el aeropuerto desfilan miles de personas hacias los lugares más diversos. Yo estoy también de paso. En realidad, mi destino es Nairobi, la capital de
Kenia. Pasaré en ese país tres semanas. Espero escribir cada día, pero no estoy
seguro de que siempre sea fácil la conexión a internet, sobre todo cuando
visite las misiones del interior. Serán entradas más cortas, al hilo de lo que
vaya viviendo y compartiendo. Os invito, pues, a viajar conmigo al continente
africano. Tendremos la oportunidad de liberarnos un poco de las preocupaciones
europeas y americanas y escuchar otras voces. África es el continente de la
vida. Todo, para bien y para mal, se vive de una forma más inmediata. Cada día
es toda la vida que tenemos en las manos.
Mientras, en el
resto del mundo seguirán ocurriendo cosas. En mi país ha comenzado una nueva campaña
electoral que los ciudadanos reciben sin entusiasmo. En Francia
comienza la Eurocopa 2016 en medio de extraordinarias
medidas de seguridad. En el Reino Unido se preparan para el famoso referéndum
del día 23. En Italia, Renzi
intenta encajar bien los avisos recibidos en la primera vuelta de las
elecciones locales y Berlusconi se prepara para una operación a corazón abierto. Junto a las grandes
historias que cuentan los medios de comunicación, en este blog seguiremos
atentos a las pequeñas historias de
la gente que vive a nuestro lado. Ellas nos dan la medida de la verdadera
humanidad porque tienen sujeto, no están distorsionadas por los manejos publicitarios,
no aspiran a ser famosas. Jesús fue un experto en narrar historias cotidianas. Por
eso, llegó –y sigue llegando–al corazón de la personas. Quienes lo escuchamos
caemos en la cuenta de que habla de cosas que nos pasan, que se dirige a nosotros,
que va directo al corazón. Espero encontrar muchas de estas historias durante
mi periplo africano. Serán una inyección de vida y esperanza.
Gracias Gonzalo por acercarnos Africa. Acepto la invitacion, viajo contigo.
ResponderEliminarDisfruta de todas las experiencias que iras viviendo... Es una aventura poder descubrir al Jesus africano
Un abrazo. M. Dolors