Tras un mes de descanso, este Rincón reabre sus puertas. Y lo
hace al comienzo de la Cuaresma. Como
este tiempo litúrgico dura 40 días, tendremos tiempo de sobra para preguntarnos
por su significado hoy. No es necesario decirlo todo el
primer día. Desde el
retiro con los amigos del Rincón el pasado mes de febrero, he pensado
diversas maneras de continuar este blog. En algún momento se me ocurrió sustituirlo
por mi canal de YouTube, pero
enseguida caí en la cuenta de que no sería fácil alimentarlo cuando estoy fuera
de Roma. En muchos de los lugares que visito la conexión a internet es muy
deficiente y el tiempo disponible muy escaso, así que, por el momento, he decidido
continuar con el blog escrito, a sabiendas de que a los más jóvenes es muy
probable que se les caiga de las manos. ¿Quién aguanta hoy, en tiempos de
dictadura audiovisual, 800 palabras escritas? Y, sin embargo, yo, hijo de la galaxia
Gutenberg, sigo creyendo en la fuerza misteriosa de las palabras. Si es verdad
que “una imagen vale mil palabras”, también es verdad que “una palabra puede
ser más decisiva que mil imágenes”. Mucho depende del contexto y de la
oportunidad.
Durante este mes de
interrupción del blog han sucedido
muchas cosas que me hubiera gustado comentar en su momento. Quiero destacar
tres encuentros de alcance muy desigual. El que ha tenido, sin duda, un mayor
eco ha sido la reunión del papa Francisco con los presidentes de las
conferencias episcopales de todo el mundo para tratar sobre la protección de los menores en la Iglesia.
Los medios de comunicación dedicaron amplio espacio a cubrir este evento. Y -como
es natural- hubo todo tipo de enfoques y comentarios. A algunos les pareció un
gesto profético. ¿Qué institución se atreve a hacer algo semejante? A muchos
-incluyendo varias asociaciones de víctimas- les pareció muy poco. Algunos
dicen que la “crisis de la pederastia” está cavando la tumba de la Iglesia
católica. No lo creo. Está suponiendo, eso sí, una gran humillación. Si se
afronta bien, puede constituir también una gran purificación. De las crisis no se sale
con documentos programáticos. Siempre que las ha habido -veinte siglos dan para
mucho- han sido los santos quienes han sacado las castañas del fuego. ¿Quiénes
son los santos que ahora, en este primer tercio del siglo XXI, están
sosteniendo la credibilidad de la comunidad de Jesús? No tengo duda: millones de cristianos de a pie que siguen haciendo de Jesús el centro de sus vidas y que no tiran la toalla por muchas dificultades que se presenten en el camino.
Mientras se celebraba la
cumbre sobre la protección de los menores en el Vaticano, yo participé en el
congreso La
revolución de la ternura. El Corazón de María que se celebró en el auditorio Antonianum de Roma y en la basílica claretiana
del Corazón de María. No tuvo ninguna repercusión mediática,
salvo algunas notas breves
en medios propios. ¿Cómo contemplar el Corazón de María en este contexto? ¿No
suena, a primera vista, como algo del pasado? ¿No es hora de promover, a partir
de la espiritualidad cordimariana, una verdadera “revolución de la ternura” que
nos ayude a contrarrestar las relaciones tóxicas, abusivas e incluso criminales
que contaminan la vida de la Iglesia? La ternura del Corazón de María nos
libera de cualquier deseo de dominación y codicia, pero también del peligro de
relaciones puramente funcionales que, en realidad, no nos llevan a
involucrarnos en la vida de las personas. El reto es claro. En nuestro mundo
actual suceden muchas cosas, a menudo contradictorias, que no siempre podemos
interpretar bien. Primero debemos conservarlas y meditarlas en el corazón, como
María. Además, en una cultura tan competitiva, impersonal y fría como es a
veces la nuestra, también necesitamos redescubrir la importancia del corazón,
entendido como un símbolo de un amor concreto y tierno. En este contexto se
comprende la novedad de la expresión “revolución de la ternura”, utilizada por
el papa Francisco en la exhortación apostólica Evangelii Gaudium (n. 88, 288) y en otros documentos. De hecho, el
amor como ternura es hoy una forma revolucionaria, alternativa, de entender la vida y la fe.
El tercer acontecimiento
es más reciente. Se celebró el pasado fin de semana. Me refiero a los 75
años de la revista Vida Religiosa. Puede parece un asunto
familiar, restringido al ámbito de los consagrados. Creo, sin embargo, que las
doce ponencias tocan asuntos que tienen que ver con el momento social y
religioso que estamos viviendo. Para los interesados en conocer la situación de
los jóvenes en España, les recomiendo la ponencia del sociólogo Juan
María González Anleo. Es triste comprobar que la sociedad ha
abandonado a los jóvenes en los últimos años. Y que, en justa correspondencia,
estos han abandonado a la sociedad, aunque siguen manteniendo fuertes vínculos con la familia y los amigos. La prueba
es que el grado de asociacionismo es mínimo y que la Iglesia apenas les dice
nada. No hay una actitud hostil hacia ella -como en las dos oleadas
secularistas del pasado- sino algo quizá peor: una generalizada indiferencia. Todo
está conectado. En tiempos de indiferencia y de falta de credibilidad, se
requiere mucho corazón. La ternura no pasa de moda porque expresa de manera
inteligible lo que todo ser humano necesita: amor. ¿Cómo es posible que el núcleo
de la vida de Jesús y su Evangelio -que es precisamente el amor- no se perciba
con claridad?
Comenzamos hoy un camino
de cuarenta días hacia la Pascua. ¡Ayudémonos unos a otros a recorrerlo con determinación!
Los gundisalvusianos estamos de enhorabuena por tu regreso ;)
ResponderEliminarGonzalo, gracias por continuar... Es un medio que nos ayudará a que sea realidad lo que nos dices: Ayudémonos unos a otros a recorrer este camino hacia la Pascua con determinación... Un abrazo
ResponderEliminarGracias, gracias!! Y además en miércoles de ceniza la vuelta.
ResponderEliminarPiluca visontina.
Gracias Gonzalo. Esta vez me ha cogido fuera de juego. Entré a las 7.30 de la mañana para ver si estabas. Saliste a las 18. Tuve poca fe en tu palabra de despedida en febrero.
ResponderEliminarRezo para que Diosnte siga ayudando. Un abrazo.
Gundisalvus ha vuelto¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
ResponderEliminarQué alegría de verdad Gonzalo. Muchas gracias por seguir.
Un abrazo.
Me alegra que estés de regreso en esta página para compartir tu fe, esperanza y amor. Un abrazo fraterno
ResponderEliminarGracias Gonzalo...desde el Sur bien Sur, aquí te esperamos!
ResponderEliminarMe emociona volver a leerte y sentirte. Eres una inspiración en el alma y en los pulmones. Qué suerte poder ser tu amigo. Gracias.
ResponderEliminarJuan