domingo, 12 de mayo de 2024

Con él hasta el final


Viendo a los jugadores del Real Madrid subidos al balcón de la sede del gobierno de la comunidad de Madrid, pienso que su “ascensión” no se parece a la de Jesús. Ellos celebran la consecución de la 36ª liga, un triunfo labrado con esfuerzo y coraje a lo largo de varios meses. La Iglesia celebra que Jesús ha ascendido a los cielos después de haber descendido a los infiernos. El triunfo de Jesús no ha sido una cadena de victorias, sino la perforación de una derrota radical, la muerte. ¿Cómo se puede expresar esta experiencia con palabras humanas si trasciende todo lo que nosotros sabemos? El Nuevo Testamento tiene que ensayar categorías diversas (resurrección, exaltación, ascensión) para dar cuenta de la novedad absoluta que ha cambiado la historia humana. 


Hoy, 40 días después de la Pascua, celebramos que Jesús ya no está presente en medio de nosotros con un cuerpo como el que tenía antes de su muerte, pero que sigue alentándonos con la fuerza de su Espíritu. Porque ya no está constreñido a un espacio (Palestina) y a un tiempo (primer tercio del siglo I), puede ser el contemporáneo de todo ser humano en cualquier lugar del mundo. Al igual que los discípulos, nosotros no experimentamos la tristeza de su desaparición física, sino la alegría de su presencia espiritual. Él estará con nosotros hasta el final de los tiempos porque es el Emmanuel, el Dios-con-nosotros.

       
Con la fuerza de su Espíritu (que celebraremos con más intensidad el próximo domingo, solemnidad de Pentecostés), podemos anunciar su Evangelio, no solo en Jerusalén, en toda Judea y en Samaria, sino “hasta los confines del mundo”. Estamos en tiempos de misión. El encargo de Jesús es claro: “ld al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará; el que se resista a creer será condenado. A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos”. 

Por eso, en el día de la Ascensión, la Iglesia celebra la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. Este año llegamos a su 58ª edición. El mensaje que el papa Francisco nos dirige se titula Inteligencia artificial y sabiduría del corazón para una comunicación plenamente humana. Los primeros apóstoles no podían ni siquiera imaginar que lo que ellos comenzaron de manera humilde iba a adquirir la proyección universal que hoy tiene. ¡Y eso que la misión está siempre en sus comienzos!


El pasado martes se hizo pública la bula Spes non confundit con la que el papa Francisco convoca el Jubileo Ordinario del Año Santo del 2025 que se abrirá el 24 de diciembre de este año y se cerrará el 6 de enero de 2026, solemnidad de la Epifanía del Señor. Este Año Santo está marcado por el signo de la esperanza en un momento de gran incertidumbre en la historia de la humanidad. El papa Francisco nos invita a ponernos en camino, a salir de donde estamos, para descubrir la presencia del Señor en las periferias de nuestro mundo. Tenemos, pues, muchas oportunidades para no dormirnos en nuestro itinerario de fe. 

A diferencia del Real Madrid, nosotros no hemos ganado 36 ligas y 14 (quizás 15) Copas de Europa, sino que, unidos a Cristo que asciende al cielo, hemos ganado el trofeo definitivo que nadie nos podrá arrebatar: la vida en plenitud. Esta es la razón de nuestra esperanza y de nuestra alegría y el impulso fundamental para una misión siempre renovada, sirviéndonos también de los modernos medios de comunicación social.

1 comentario:

  1. “Jesús puede ser el contemporáneo de todo ser humano en cualquier lugar del mundo”… Intentar descubrir toda la profundidad de esta afirmación, me hace bien y ayuda a llegar a percibir que, a veces, le buscamos erróneamente… como si fuese propiedad privada de cada uno.
    Realmente, cuando le experimentamos cerca, estamos experimentando la alegría de su presencia espiritual y percibimos la invitación de ponernos en camino para no dormirnos en nuestro itinerario de fe.
    Gracias Gonzalo por este “Con él hasta el final”… Gracias por hacerte “altavoz” que nos ayuda a descubrir a este Jesús, en nuestras vidas y en las periferias.

    ResponderEliminar

En este espacio puedes compartir tus opiniones, críticas o sugerencias con toda libertad. No olvides que no estamos en un aula o en un plató de televisión. Este espacio es una tertulia de amigos. Si no tienes ID propio, entra como usuario Anónimo, aunque siempre se agradece saber quién es quién. Si lo deseas, puedes escribir tu nombre al final. Muchas gracias.