Por los ventanales de la T4 de Barajas entra un generoso sol de invierno. A esta hora no hay mucho movimiento en esta zona del aeropuerto. Faltan más de dos horas para que salga mi vuelo a Los Angeles. Aprovecho para escribir la entrada de hoy. Ayer, memoria de los Beatos Mártires Claretianos, no tuve tiempo. Y lo sentí, porque su recuerdo está muy presente en mi vida misionera. A ellos me encomiendo con frecuencia, sobre todo cuando me enfrento a situaciones difíciles. En mi comunidad celebramos el triduo de preparación. Creo que nos ayudó a no echar en saco roto una historia que sigue siendo venero de reconciliación. En estos tiempos polarizados adquiere nuevo vigor.
Hoy celebramos la fiesta de la Presentación del Señor. Dado que voy a estar todo el día de viaje, he celebrado yo solo la Eucaristía a las 6,30 de la mañana, antes de la oración comunitaria. Le he dado gracias a Dios por la vida de las más de 800.000 personas consagradas que hay en el mundo y le he pedido que su Espíritu me acompañe en la nueva misión que me aguarda la próxima semana en los Estados Unidos.
Hoy es la Jornada Mundial de la Vida Consagrada. Los claretianos tenemos un especial compromiso de escucha y acompañamiento a través de los seis institutos de vida consagrada en el mundo (Madrid, Roma, Manila, Bengaluru, Abuja y Bogotá), de la revista Vida Religiosa y de la editorial Publicaciones Claretianas. Estoy muy involucrado en las dos últimas instituciones.
Me siento agradecido y contento de mi consagración religiosa. Sé que la vida consagrada está atravesando hoy una etapa difícil, pero es la nuestra. No vivo de recuerdos ni de sueños. Acepto el presente tal como es, con sus ángeles y demonios, porque este tiempo -como cualquier otro- le pertenece al Señor. Es posible reproducir el estilo de vida de Jesús en las sociedades secularizadas y en las muy religiosas, en las ricas y en las pobres. Su rostro tiene los rasgos de todos los que lo buscan con un corazón sincero, sin importar el tiempo o el lugar.
Falta ya poco para la Cuaresma. Con más retraso que en otras ocasiones, el papa Francisco ha hecho público su mensaje para este tiempo fuerte. Se titula “A través del desierto Dios nos guía a la libertad”. Recojo unas palabras del comienzo: “La Cuaresma es el tiempo de gracia en el que el desierto vuelve a ser ―como anuncia el profeta Oseas― el lugar del primer amor (cf. Os 2,16-17). Dios educa a su pueblo para que abandone sus esclavitudes y experimente el paso de la muerte a la vida”.
Por desgracia, no pude tenerlo en cuenta a la hora de escribir el librito de lectio divina para la Cuaresma y la Semana Santa, que ya está accesible a través de la página web de nuestra editorial y en las librerías religiosas. El hecho de que este año la Pascua caiga tan pronto (el 31 de marzo) ha acelerado todo el proceso. Lo importante es no pasar por alto un tiempo que, bien vivido, puede ayudarnos a dar ese salto de calidad en nuestra vida cristiana que a menudo anhelamos.
Van llegando más pasajeros. Me espera un vuelo de unas 13 horas. Hace años que no he vuelto a Estados Unidos. Tengo curiosidad por ver cómo están las cosas a pocos meses de unas nuevas elecciones y, sobre todo, cómo está viviendo la Iglesia este tiempo. Sé que en algunos sectores católicos hay una fuerte oposición al papa Francisco. En este caso, como en tantos otros, hay que aplicar a rajatabla el principio: “En las cosas necesarias, unidad; en las discutibles, libertad; en todo, caridad”. Gracias a Dios, la fe puede integrar muy bien la unidad y la diversidad, la libertad y la obediencia.
Espero poder compartir con vosotros algunas de las experiencias que vaya viviendo, tanto en nuestra misión de San Gabriel como en la casa de retiros Mater Dolorosa. Os pido una oración por el fruto de estos días en los que voy a acompañar a los claretianos de Estados Unidos-Canadá en su asamblea anual.
Gonzalo, buen viaje, que no se hagan muy pesadas las 13 horas de vuelo y que salga todo bien allí. Un abrazo. María
ResponderEliminarComo respuesta a la vocación misionera a la que todos podemos sentirnos llamados, me viene bien cuando escribes: “Es posible reproducir el estilo de vida de Jesús en las sociedades secularizadas y en las muy religiosas, en las ricas y en las pobres. Su rostro tiene los rasgos de todos los que lo buscan con un corazón sincero, sin importar el tiempo o el lugar.”
ResponderEliminarGracias por facilitarnos el documento del Papa Francisco y de tu librito que habéis publicado para preparar y vivir esta Cuaresma.
Y gracias por compartir tus inquietudes… Tienes asegurada mi oración por toda tu labor misionera de estos días.
Gracias Gonzalo por tu apoyo y por la información.
ResponderEliminarPedimos porque todo vaya bien y por el fruto de esos días en Los Ángeles.
Y también por nuestro querido Papa Francisco que inspirado por el E. Santo nos guía.
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