sábado, 28 de junio de 2025

Guardar todo en el corazón


Al tratarse de una fiesta movible, la solemnidad del Inmaculado Corazón de María depende de la fecha de la Pascua. Como este año la Pascua cayó muy tarde (el 20 de abril), la fiesta cordimariana casi salta al mes de julio. Pronto o tarde, siempre es un momento oportuno para fijar los ojos en aquella que “conservaba todo en el corazón”. 

De entre las muchas advocaciones marianas, yo le tengo un cariño especial a la advocación Corazón de María. Al fin y al cabo, el nombre oficial de mi congregación es Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María. La palabra “corazón” siempre está asociada a interioridad, profundidad, cordialidad, fiabilidad, entrega, ternura, sensibilidad, empatía, etc. Todas estas notas suenan muy bien en nuestra partitura personal.


Hoy, descorazonados a menudo por la confusión que estamos viviendo, necesitamos profundizar en la espiritualidad del corazón para que todo lo mejor nos salga de dentro y para poner corazón en todo lo que hacemos por fuera. De una persona mala, sin entrañas, solemos decir que “no tiene corazón”. Por el contrario, de una persona buena, generosa, decimos que es “todo corazón”. 

María es la mujer que ha sido “todo corazón”, que es otra forma de decir que ha sido “todo Dios” porque en su corazón no había espacio para otra cosa que para Dios. Ella es la “llena de gracia”, la “llena de Dios”. Cuando nos sentimos rodeados por un ambiente de pecado, cuando nos parece que las relaciones humanas han perdido corazón, mirar a María nos devuelve a la verdad de las cosas, a la belleza que no se marchita, a la vida. En la Salve cantamos: “Dios te salve, reina y madre de misericordia, vida, dulzura, esperanza nuestra”.


Voy a celebrar dentro de unos minutos la Eucaristía en nuestra parroquia del Inmaculado Corazón de María de Madrid. En el último año y medio se ha hecho famosa porque, frente a la puerta principal, se concentran todos los días unas cuantas personas que protestan airadamente contra el gobierno. Como la policía no les permite manifestarse junto a la sede del partido socialista, lo hacen unos metros más lejos, con las consiguientes molestias para los fieles que frecuentan el templo y para los automovilistas y peatones que circulan por la zona. 

Espero que no conviertan al Corazón de María en un ariete contra quienes no piensan como ellos. Si algo significa esta advocación mariana es reconciliación, inclusión, apertura. Y, cuando la realidad nos sobrepase, cuando no encontremos el camino adecuado, estamos siempre llamados a “guardar todo en el corazón”, como María, hasta que se vayan despejando las nieblas del horizonte.

2 comentarios:

  1. Gracias Gonzalo, por esta entrada que titulas: “Guardar todo en el corazón”… Es para leerla y releerla, reflexionar sobre ella y guardarlo en el corazón, como María, a la que nos acercas e invitas a imitarla cuando nos dices: “fijar los ojos en aquella que ‘conservaba todo en el corazón’”.
    Y acabas compartiendo una buena pista que nos puede ayudar a vivir con profundidad: “Y, cuando la realidad nos sobrepase, cuando no encontremos el camino adecuado, estamos siempre llamados a “guardar todo en el corazón”, como María, hasta que se vayan despejando las nieblas del horizonte.”
    Buena celebración y muchísimas gracias por la reflexión.

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  2. Estoy de acuerdo con este comentario.
    Ojalá aprendamos a guardar en el corazón como María

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