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lunes, 17 de enero de 2022

Un G-18 femenino y consagrado

Desde el sábado me encuentro en una casa de espiritualidad en el noreste de Madrid. Estaré hasta finales de mes acompañando a las participantes en la XI Asamblea General del instituto secular Filiación Cordimariana. Se trata de un grupo de 18 mujeres (G-18) provenientes de España, Portugal, Argentina, Brasil, Perú, Uruguay y Venezuela, que representan a todos los miembros de este instituto cuya singular historia merece la pena conocer. Su origen se remonta a san Antonio María Claret. En 1847 el entonces misionero apostólico escribió un libro titulado Hijas del Santísimo e Inmaculado Corazón de María o Religiosas en sus casas, que no pudo publicarse hasta 1850, un año después de la fundación de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María. En este libro se encuentran las bases de una nueva forma de vida consagrada que muchos años después cristalizó en un moderno instituto secular presente en varios países europeos y americanos. 

Este instituto, conocido como Filiación Cordimariana, forma parte de la Familia Claretiana, junto con los Misioneros Claretianos, las Misioneras Claretianas (que precisamente hoy celebran el aniversario de la muerte de su Fundadora, la venerable Madre Antonia María París), el movimiento laical Seglares Claretianos y otros cuatro grupos más: las Misioneras de María Inmaculada (fundadas en Guinea Ecuatorial en 1909), las Misioneras Cordimarianas (fundadas en México en 1921),  las Misioneras de la Institución Claretiana (fundadas en España en 1951) y las Misioneras de san Antonio María Claret (fundadas en Brasil en 1958). Los cuatro grupos comparten la espiritualidad misionera de san Antonio María Claret.

Imagino que la mayoría de los lectores de este Rincón no están familiarizados con los institutos seculares. Todo el mundo sabe qué es un cura, una monja o un fraile, por usar categorías populares, aunque no muy precisas teológica y canónicamente. Pero, ¿en qué consiste un instituto secular? Reproduzco casi literalmente lo que escribí hace más de tres años en una entrada titulada Una hermosa desconocida, coincidiendo con el 75 aniversario del instituto Filiación Cordimariana. Sus miembros se presentan como mujeres que quieren vivir la consagración a Dios “en el corazón del mundo”. Hacen voto de castidad, pobreza y obediencia como expresión de su total entrega a Dios y a la Iglesia. Pero, a diferencia de las monjas y de las religiosas, su claustro es el mundo. Quieren vivir a cabalidad su condición de mujeres seculares. 

Por lo general, desarrollan profesiones civiles. La actual directora general de Filiación Cordimariana, por ejemplo, es abogada. Otras son profesoras, trabajadoras sociales, médicas, enfermeras, etc. Viven solas, con sus familias o en pequeños grupos, según lo más conveniente. El Corazón de María simboliza para ellas el santuario en el que se ofrecen a Dios como María y el hogar en el que aprenden el “arte mariano” de vivir; es decir, la escucha, la profundidad, la fe, la ternura, la compasión, el servicio, la cordialidad y, en definitiva, la alegría de haber encontrado el tesoro de Dios para compartirlo con los demás. Filiación Cordimariana es una familia carismática pequeña y discreta, pero muy activa. Es, por decirlo de manera muy entrañable, una “hermosa desconocida”.

Estoy convencido de que muchas chicas que experimentan la llamada a vivir su fe con una entrega especial a Jesús, pero sin renunciar a sus aspiraciones profesionales y a su estilo autónomo (no individualista) de vida, podrían encontrar en un instituto como este un atractivo camino vocacional. Gracias a Dios, en la Iglesia hay muchas maneras de seguir a Jesús. Algunas son muy visibles y gozan de una larga trayectoria histórica. Otras son casi invisibles y han nacido hace apenas unas décadas. Lo importarte es encontrar aquella que coincide con las aspiraciones que el Señor ha puesto en nuestro corazón. 

Yo personalmente me encuentro muy a gusto acompañando durante un par de semanas a este G-18 en una asamblea general que lleva por título Tejiendo historias en corazones de carne. Os pido una oración por el fruto de este encuentro y os dejo con un vídeo que presenta algunos testimonios sobre la identidad y misión de este Instituto secular.



1 comentario:

  1. Oh que hermosura de texto! Bendiciones y el espiritu santo las siga llenando de su sabiduría y todos sus dones. Que alegría!!!

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