Llevo más de 30 entradas dedicadas al dichoso Covid-19. ¡Y eso que no soy ni epidemiólogo ni político! Por importante que sea esta pandemia, creo que necesitamos un respiro, así que hoy viernes, comienzo de un extraño fin de semana, quiero hacer un interludio musical para celebrar también que este Rincón está a punto de alcanzar las 450.000 visitas.
De los muchos vídeos que me están llegando estos días por WhatsApp o que yo mismo encuentro en Internet, he elegido tres que pueden ayudarnos a relajar un poco la tensión. Bueno, esto no es del todo verdad, porque el primero es, más bien, aterrador. Se titula The most dangerous species on earth are humans (La especie más peligrosa de la tierra son los humanos). A raíz del coronavirus se ha disparado un ecologismo de salón que sacraliza la naturaleza (perfecta, maravillosa y sabia) y condena a los seres humanos (imperfectos, depredadores y estúpidos) como si fuéramos los únicos malos de la película. No hay que ser muy avispado para suponer de dónde nace esta corriente y adónde conduce. El eslogan que se repite en varias lenguas durante estas semanas es muy resultón: “Cuando regresemos a la vida normal, no olvides que somos huéspedes de la naturaleza, no sus dueños”. Anotado queda. Por si no fuéramos lo suficientemente sensibles al desafío ecológico, el vídeo que acompaña este párrafo se encarga de darnos caña y asustarnos un poco.
De los muchos vídeos que me están llegando estos días por WhatsApp o que yo mismo encuentro en Internet, he elegido tres que pueden ayudarnos a relajar un poco la tensión. Bueno, esto no es del todo verdad, porque el primero es, más bien, aterrador. Se titula The most dangerous species on earth are humans (La especie más peligrosa de la tierra son los humanos). A raíz del coronavirus se ha disparado un ecologismo de salón que sacraliza la naturaleza (perfecta, maravillosa y sabia) y condena a los seres humanos (imperfectos, depredadores y estúpidos) como si fuéramos los únicos malos de la película. No hay que ser muy avispado para suponer de dónde nace esta corriente y adónde conduce. El eslogan que se repite en varias lenguas durante estas semanas es muy resultón: “Cuando regresemos a la vida normal, no olvides que somos huéspedes de la naturaleza, no sus dueños”. Anotado queda. Por si no fuéramos lo suficientemente sensibles al desafío ecológico, el vídeo que acompaña este párrafo se encarga de darnos caña y asustarnos un poco.
Creo que ahora
necesitamos una visión más amable de nuestra relación con la madre tierra. Para
ello nos acercamos a uno de mis compositores favoritos, Antonio Vivaldi
(1678-1741), el llamado “prete rosso” (el cura rojo), no porque estuviera afiliado
al partido comunista (que en su tiempo no existía, como es obvio), sino porque
era cura (aunque ejerció poco, dicho sea de paso) y pelirrojo. ¿Quién no ha
escuchado sus célebres conciertos sobre Las cuatro estaciones?
Algunas de sus melodías han sido convertidas en canciones (por ejemplo,
Mocedades versionó el otoño) o usadas
incluso para anuncios publicitarios.
Hoy os propongo un análisis simpático hecho por uno de los pocos youtubers a los que sigo con interés. Se
llama Jaime Altozano.
Si os gusta la música y no habéis perdido el sentido del humor, os aconsejo
asomaros a su canal. El vídeo de hoy es solo un aperitivo que os permitirá
disfrutar de otro modo de la obra más famosa de Vivaldi en vuestras largas
horas de confinamiento.
Y para terminar
os dejo con otro vídeo recién salido del horno (o sea, del estudio). Me lo
envió ayer mismo uno de sus autores, amigo mío. Se titula Con tu aire en mis adentros.
Como ellos dicen, el vídeo nació de las conversaciones informales que este
grupo de amigos ha celebrado cada día, desde el inicio del confinamiento, a las
18:00 horas. Está compuesto por Jesús Vicente Morales (Chito), de Brotes de Olivo; Juan Susarte, de JS&Confia2; Mª José Martín, Alfonso
Moreno y Fermín Negre, de Ixcís; Jose
Ibáñez; Belén Navarro y Antonio Mª Hernández, de Amanecer; Sergio Pérez; y Mª Luisa Rodríguez, de Mabelé. Son músicos cristianos. Los
beneficios que se obtengan con la canción, serán destinados a Cáritas. De esta manera, se han sumado a
la campaña #CadaGestoCuenta. Ante la situación de pandemia mundial, estos cantantes
quieren ofrecer una canción que nos recuerda que “es momento de cuidarnos, de
querernos, de encontrarnos y de buscar ese aire que nos renueve por dentro y
por fuera”. Espero que su música ponga un poco de ritmo y esperanza en este fin de semana.
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