Escribo en el aeropuerto de Los Angeles antes de emprender mi vuelo de regreso a Madrid. Dominan los asiáticos en esta sala de espera. Hay mucha gente, pero no se perciben aglomeraciones o desorden. Termina mi semana estadounidense. Me parece mentira que se puedan hacer tantas cosas en tan poco tiempo. Hay semanas que se evaporan en un abrir y cerrar de ojos y otras que están cargadas de experiencias. He disfrutado mucho con claretianos de más de veinte países. Ayer por la tarde presidí la misa de clausura. Compartí con ellos lo vivido durante la asamblea y la luz que nos proporcionaba la Palabra de Dios.
Terminamos con la cena y un momento de “social” (así es como llaman a las tertulias nocturnas) que los estadounidenses aprecian mucho. Es un tiempo para charlar animadamente mientras se toma algo. Esta mañana tuvimos un sol radiante. Desde la falda de la montaña se veían con claridad los rascacielos del centro de Los Angeles. Parecía que estábamos en otro mundo. De camino hacia aquí hemos pasado por los barrios ricos de Pasadena y también cerca del downtown donde los claretianos estuvimos presentes durante muchos años en la misión de Nuestra Señora de los Angeles (La Placita).
Los incendios de Chile han producido también mucho sufrimiento. Tengo simpatía al pueblo chileno. Los periódicos digitales me ofrecen otras muchas noticias, pero prefiero tomar un poco de distancia. Me llama la atención que hasta Los Angeles Times (el periódico más importante de esta megalópolis) se haga eco de la canción que ha ganado el festival de Benidorm y que representará a España en el próximo festival de Eurovisión. No ganamos para sustos.
Dejo aquí la entrada de hoy. Parece que pronto abrirán el mostrador de Iberia. Buen fin de semana.
Espero y deseo que hayas tenido un buen viaje de regreso a España…
ResponderEliminarGracias por compartir tanto que nos ayuda a comprender que mientras vivimos nuestra vida y nuestras emociones, ¡se dan tantas y tan diferentes en nuestro mundo!
¡Cuánto dolor existe, sin que seamos conscientes de ello! ¡Cómo, en segundos, puede cambiar nuestra vida totalmente, pasar “del todo” a “la nada”.
Con lo que compartes, nos ayudas a que seamos un poco más humanos.