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domingo, 5 de noviembre de 2023

Todos hermanos


Llevo todo el fin de semana en León reunido con los cuatro consejos provinciales de las Hijas de la Caridad en España. Canónicamente son una sociedad de vida apostólica. Eclesial y socialmente son una compañía al servicio de la caridad. En España llegaron a ser más de 14.000 agrupadas en nueve provincias. Desde 2017 tienen cuatro: Norte, Este, Centro y Sur. A pesar de su fuerte disminución, siguen siendo muchas, alrededor de 3.000. Durante décadas han formado parte del paisaje popular. Estaban en casi todos los lugares donde había necesidades. Y, por supuesto, en las estaciones de tren.

La casa que tienen en Villaobispo de las Regueras, una localidad pegada a la capital, es enorme, bien diseñada y acogedora. Las liturgias están siendo preparadas con mimo. Destaca la parte musical. A través de las dos enormes pantallas que hay en la capilla, una de las muchas que tiene la casa, podemos seguir sin dificultad todas las oraciones y lecturas. El salón donde trabajamos es amplio, moderno y bien provisto de todo lo necesario para hacer proyecciones, trabajar en grupos, etc. El encuentro formativo comenzó el viernes con una visita guiada a los tres monumento más significativos de León: el convento de San Marcos, la basílica de san Isidoro y la catedral. Los tres los había visitado en varias ocasiones, pero esta vez lo hice con más calma, acompañado por excelentes guías.


En este ambiente de frío exterior, calor interior y belleza monumental, hemos llegado al XXXI Domingo del Tiempo Ordinario. El mensaje del Evangelio conecta mucho con los temas que estamos abordando en nuestro encuentro de formación. Jesús nos invita a no llamar a nadie maestro, padre o jefe porque “uno solo es vuestro maestro”, “uno solo es vuestro padre” y “uno solo es vuestro jeje”. El verdadero título en la comunidad cristiana, el que nos acomuna a todos, es el de “hermanos”. En la Iglesia usamos muchas palabras para denominar a nuestros dirigentes: papa, cardenal, arzobispo, obispo, presbítero, diácono, canónigo, archimandrita, etc. 

En el ámbito de la vida consagrada no nos quedamos cortos: superior, moderador, abad, guardián, ministro, maestro, prepósito, rector, director, etc. Me gusta que, entre las Hijas de la Caridad, las superioras de las comunidades se llamen “sirvientes” (no sirvientas). Es exactamente lo que Jesús dice a los suyos: “El primero entre vosotros será vuestro servidor”. Ya sé -como decían los escolásticos- que “de nominibus non est quaestio” y, sin embargo, todo nombre lleva aparejada una manera de entender la realidad. No es lo mismo llamar a un dirigente “superior” que llamarlo “servidor”. A veces, primero cambiamos los nombres con la confianza de que eso ayudará a cambiar la realidad. Otras veces, la realidad experimenta tantas mutaciones que es preciso cambiarle el nombre.


Estamos, en definitiva, ante la manera de entender los servicios de dirección y autoridad en la Iglesia. ¿Queremos cargar en los hombros de la gente fardos pesados, buscar los primeros puestos en todo y que la gente nos llame maestros? ¿O ponemos, más bien, el acento en la fraternidad que nos une a todos y en el servicio que ayuda a crecer? La reciente asamblea sinodal, con sus célebres mesas redondas, ha querido poner de relieve que, en torno a una mesa, todos somos hermanos. Ese es el mensaje central de la encíclica Fratelli tutti del papa Francisco.

Poco a poco, vamos sacando las consecuencias prácticas de las palabras de Jesús, pero nos llevará mucho tiempo. Pareciera que históricamente hemos aprendido mejor la lección de los fariseos que la de Jesús


1 comentario:

  1. Sí, nos cuesta entender lo que Jesús dijo en su tiempo y que continua siendo válido para todos. Que difícil resulta sentirnos hermanos en un mundo donde prima la imagen y el que tiene más poder y marcado por las guerras, las enormes y las pequeñas que tenemos en nuestros ambientes...
    Gracias Gonzalo por recordarnos que somos “sirvientes”... Si lo viviéramos así, nuestras vidas serían diferentes... Habríamos entendido el mensaje de Jesús.

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