Anteayer falleció Toto Cotugno en Milán a la edad de 80 años. Los medios italianos y españoles informan de su muerte. No sé si Toto Cotugno era conocido en América por parte de las generaciones más jóvenes. Yo lo recuerdo, sobre todo, como el autor de L’italiano, la famosa canción que presentó al festival de San Remo en el año 1983, hace ya 40 años. Aquel curso 1982-1983 terminé yo mis estudios en Roma. El hecho de encontrarme entonces en Italia hizo que conociese la canción, me la aprendiese de memoria y la incorporase a mi repertorio de urgencia. Era colorista, muy rítmica y pegadiza.
De hecho, la canción se ha convertido en Italia en una especie de himno popular, como sucede con el pasodoble Y viva España, popularizado por Manolo Escobar en España, aunque, en realidad, está compuesto por dos autores belgas. Es raro encontrar un italiano que no sepa tararear el himno de Cotugno. Volvió a hacerse famoso con motivo del Mundial de Fútbol celebrado en Italia en 1990.
La letra de la canción es como un cuadro costumbrista que describe la Italia del comienzo de los años 80, todavía conmocionada por los duros años de plomo de la década anterior y necesitada de autoestima. El “partisano como presidente” era obviamente el socialista (y ateo) Sandro Pertini, amigo personal de Juan Pablo II, que se hizo famoso en la final del Mundial de Fútbol que se celebró en España en 1982. Se hizo viral su imagen dando saltos de júbilo en el palco del Bernabéu cuando “gli azzurri” se alzaron con la copa. El “transistor siempre en la mano” alude a esa costumbre masculina de seguir los resultados de los partidos de fútbol con un aparato de radio pegado a la oreja.
El “demasiado América en los carteles” es una denuncia suave del excesivo americanismo que se respiraba (y se respira) en Italia, muy comprensible teniendo en cuenta la enorme ayuda que el país recibió de los Estados Unidos tras la segunda guerra mundial. Eso de “más mujeres, cada vez menos monjas” es también una crítica a la masiva presencia de la vida religiosa femenina en el país trasalpino. O quizá, con más probabilidad, la simple constatación de la progresiva disminución del número de religiosas en los años del posconcilio.
Toto Cotugno, como buen italiano, no se olvida de mencionar a Dios, aunque solo sea para recordarle que está ahí, que se fije en él, que no lo deje desamparado. Tampoco se olvida del típico “cafè ristretto” (o sea, un espresso todavía más reducido), de la crema de afeitar con sabor a menta de los varones napolitanos o del viejo coche Fiat-600 con la carrocería dañada. Y, siempre, con una guitarra en la mano. ¡Puro sabor italiano!
Vale la pena ver el vídeo y cotejar la letra.
Italiano |
Español |
Laciatemi cantare con la chitarra in mano Laciatemi cantare, sono un italiano. Buongiorno Italia, gli spaghetti al dente Un partigiano come presidente Con l'autoradio sempre nella mano destra Un canarino sopra la finestra Buongiorno Italia con i tuoi artisti Con troppa America sui manifesti Con le canzoni, con amore, con il cuore Con più donne e sempre meno suore Buongiorno, Italia Buongiorno, Maria con gli occhi pieni di malinconia Buongiorno Dio, lo sai che ci sono anch'io Laciatemi cantare con la chitarra in mano Laciatemi cantare una canzone piano piano Laciatemi cantare, perché ne sono fiero Sono un italiano, un italiano vero Bongiorno Italia, che non si spaventa E con la crema da barba alla menta Con un vestito gessato sul blu E la moviola la domenica in TV Buongiorno Italia col caffè ristretto Le calze nuove nel primo cassetto Con la bandiera in tintoria e una 600 giù di carrozzeria. Buongiorno Italia Buongiorno Maria con gli occhidolc i di malinconia Buongiorno Dio, lo sai che ci sono anch'io Laciatemi cantare con la chitarra in mano Laciatemi cantare una canzone piano piano Laciatemi cantare, perché ne sono fiero Sono un Italiano, un Italiano vero. |
Dejadme cantar con la guitarra en la mano Dejadme cantar que soy italiano Buenos días, Italia, los espaguetis al dente Un partisano como presidente Con el transistor siempre en la mano derecha Un canario en la ventana Buenos días, Italia, con tus artistas Con demasiada América en los carteles Con canciones, con amor, con corazón Con más mujeres y cada vez menos monjas Buenos días, Italia Buenos días, María Con los ojos llenos de melancolía Buenos días, Dios, sabes que yo también estoy ahí Dejadme cantar con la guitarra en la mano Dejadme cantar una dulce canción Dejadme cantar, porque estoy orgulloso de ello Soy un italiano, un verdadero italiano Buenos días, Italia, que no tiene miedo Y con crema de afeitar de menta Con el traje a rayas en azul Y con la moviola en la tele los domingos Buenos días, Italia, con el café mínimo Los calcetines nuevos en el cajón de arriba Con la bandera en la tintorería y un 600 con mala carrocería Buenos días, Italia Buenos días, María Con los ojos llenos de melancolía Buenos días, Dios, sabes que yo también estoy ahí Dejadme cantar con la guitarra en la mano Dejadme cantar una dulce canción Dejadme cantar, porque estoy orgulloso de ello Soy un italiano, un verdadero italiano. |
Gracias por toda la información musical que nos ofreces y por la traducción de la canción.
ResponderEliminarNos ayudas a ampliar la cultura musical que también es un arte.