He pasado por Barcelona y Vic como una exhalación. Regresé en tren la pasada medianoche a Madrid y hoy sábado me pongo de nuevo en camino. No, no voy a la JMJ de Lisboa porque hace mucho tiempo que no soy joven y porque no se me ha perdido nada en esa fiesta de la fe, pero seguí por Facebook la ceremonia de bienvenida que ayer se tuvo en Carvalhos, en el norte de Portugal, a los cerca de 1.400 jóvenes de la Familia Claretiana que se han dado cita en el país vecino. Me gusta ver a la gente joven disfrutando de las tres efes: fe, fraternidad y fiesta. Con ellas es más fácil afrontar el duro camino de la vida. Y más en estos tiempos de volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad, la famosa “cultura VUCA”.
Yo necesito tomarme una pausa, aunque no será un tiempo de vacaciones, sino, más bien, de colaboración. Me siento feliz echando una mano para que otras personas puedan descansar un poco. Precisamente hoy celebramos la memoria litúrgica de los santos Marta, María y Lázaro, la familia de amigos que Jesús tenía en la aldea de Betania. Ellos simbolizan diversos modos de entender y vivir la amistad con el Maestro. Todos tienen su valor y su oportunidad. Necesitamos contemplar, trabajar, divertirnos y, en definitiva, vivir la vida en todas sus dimensiones.
Durante las próximas semanas quiero practicar el arte de la escucha y la conversación sin las presiones que a veces se dan en el mundo del trabajo. Disfruto y aprendo mucho conversando con mis amigos, pero también con personas que aparecen en el camino y que son portadoras de sorpresa y novedad. Es probable que un tema recurrente sea la compleja situación política que se ha creado en España tras los resultados electorales, pero como la vida es mucho más que la política, procuraremos explorar otras áreas menos polémicas y más satisfactorias.
A mí me interesa mucho escuchar las razones por las cuales viven las personas, saber qué les mueve en la vida, dónde hacen pie para no ahogarse, qué les produce alegría. Y, por supuesto, dedicaré todo el tiempo posible a leer el libro de la naturaleza que tantas lecciones hermosas me ha enseñado desde que era niño. Nunca me canso de caminar por los bosques, de exponerme al sol matutino, de refrescarme con el agua de los arroyos o de extasiar la mirada en ese mar doméstico que es el embalse de la Cuerda del Pozo, mi Tiberíades particular, el lugar en el que recuerdo que un día Jesús llamó a sus primeros seguidores.
Seguiré leyendo los periódicos digitales para ver lo que pasa en el mundo, pero procuraré no dejarme emborrachar por las noticias y opiniones. Y escribiré mi diario en algunos tiempos libres. Procuraré no abandonar este Rincón, pero no estoy seguro de poder acudir a mi cita diaria. Dejaré que el flujo de la vida me diga cuándo y cómo. No quiero convertir el blog en una obligación, sino en una conversación. Es probable que le dé un tono un poco más ligero para aliviar el peso de nuestras responsabilidades. Soy consciente de que no todos pueden disfrutar de unos días de vacaciones y de que no es de buen gusto el exhibicionismo impúdico del que muchos hacen gala en las redes sociales contando con pelos y señales lo que hacen o dejan de hacer. La discreción sigue siendo una virtud en estos tiempos de narcisismo digital, incluso durante las vacaciones.
Dejo Madrid con un calor soportable. Espero encontrar una temperatura todavía más fresca. Para mí el descanso está muy ligado a la posibilidad de dormir sin el agobio del calor diurno. Que Marta, María y Lázaro de Betania nos enseñen el arte de ser amigos de Jesús sin sentirnos obligados a serlo todos de la misma manera. Como decía el poeta León Felipe, “para cada hombre guarda / un rayo nuevo de luz el sol…/ y un camino virgen / Dios”. Feliz último fin de semana de julio.
Te esperamos.
ResponderEliminarDescansa todo lo que puedas, disfruta de familia y amigos a quienes tu presencia de bien seguro que les hará mucho bien.
ResponderEliminarPara cuidar a otros necesitamos cuidarnos a nosotros mismos, por lo tanto cuídate tu… recupera fuerzas.
Por lo que nos has ido contando creo que tienes muchos parajes para entrar en silencio y mirar y dejarte mirar por Jesús.
Gonzalo, disfruta de unas vacaciones bien merecidas. Un abrazo.
Ocasionalmente leo su Rincón. Es iluminador y muchas veces descubro que le da voz a algunas de mis experiencias en relación con el Evangelio. También acostumbro leer las imágenes, elementos y paisajes de la naturaleza. Es como estar en presencia del mejor AMIGO. En las redes comparto imágenes (fotos) de esos encuentros con el mar, las montañas, el sol, las aves, la luna, el cielo y especialmente la aurora no por narcisismo ni por falta de discreción si no por ser un medio para comunicar con estímulos visuales naturales el amor que nos demuestra nuestro Padre Dios a tarvés de su primer acto de amor: la Creación. He tenido amigos y conocidos que me han escrito en privado que no lo deje de hacer. Me explican que al ver las fotos toman consciencia de lo hermoso de nuestro entorno natural y que es para todos por igual. Gracias P. Gonzalo por compartir sus reflexiones escritas. Continuaré compartiendo en las redes mis encuentros visuales con el AMADO AMIGO. Saludos desde el Caribe. Dios le bendiga.
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