Hoy es mi último día en Roma. Mañana a primera hora viajo a mi nuevo destino. Acabo de celebrar la última Eucaristía con mi comunidad de la curia general. En la homilía he leído mi “carta de despedida”. En más de un momento se me han saltado las lágrimas. Dieciocho años dan para muchas emociones. He vivido tantas experiencias que ni siquiera me atrevo a señalar las más significativas.
Hoy ha amanecido un día lluvioso en Roma. Permaneceré en casa ultimando mi equipaje y despidiéndome de las personas y las cosas. Quizá nunca había dado tanta importancia a algunas “cosas”, como, por ejemplo, el mural de la capilla ante el que he orado muchas veces. O mi recipiente de vidrio un poco desportillado en el que cada mañana me preparo mi ensalada de frutas. O el órgano con el que he acompañado las celebraciones litúrgicas. O el mosaico del Corazón de María que luce en la terraza del primer piso. O los árboles del jardín que todavía conservan sus hojas verdes, como si se resistieran a entrar en el otoño. O el ordenador de mi despacho desde el que cada mañana tecleo las entradas de este blog. Estas “cosas” han constituido también mi pequeño mundo doméstico. Pensando en ellas, y sobre todo en mis compañeros de camino, elevo en esta mañana mi
SALMO DE GRATITUD
Cuando llegué
aquí
el 25 de
octubre de 2003,
Tú ya habías
llegado.
Te me adelantaste.
Siempre te adelantas.
No tuve la sensación
de adentrarme en tierra extraña,
sino de hollar
una patria que te pertenece,
que me pertenece.
Las fronteras son cosa del pasado.
En el universo nuevo de tu Reino
no hay confines ni pasaportes.
¡Solo fraternidad!
Ahora, Señor,
al cabo de tres sexenios imborrables,
te elevo mi
salmo de gratitud.
No soy poeta
ni hijo de poeta,
pero tengo un
corazón agradecido.
Y, como dijera
mi hermano Pedro Casaldáliga,
“un corazón lleno
de nombres”.
Gracias por
las muchas personas
con las que he
compartido el camino.
Venían de África,
América, Asia y Europa.
Hablaban inglés,
francés, español o portugués.
El italiano ha
sido nuestra lengua común.
En cada una he
descubierto
un rasgo de tu
fisonomía divina.
¡Es más fácil
creer en Ti, Padre de todos,
cuando nos concedes
hermanos de carne y hueso!
Con ellos he cursado
en la escuela de la vida cotidiana
un taller de
interculturalidad activa.
Gracias por empujarme
a explorar
rincones inéditos
de la geografía humana.
¡Hasta en las
regiones del pecado
hay destellos
de tu amor misericordioso!
Gracias por
los muchos países visitados,
por los hermanos misioneros
que se desgastan con alegría
donde pocos se
atreven a ir.
Gracias por
las alturas del Norte de Potosí
y las
intrincadas selvas del Congo,
por los arrabales
de Calcuta
y los squatters
de Manila.
Gracias por los paseos
por la Plaza del Pueblo,
la Via del
Corso y el entorno de la Plaza Navona.
Gracias por la
majestuosidad de san Pedro
y el pétreo abrazo
del colonnato de Bernini.
Gracias por
las pizzas “da Ivo al Trastevere”
y por las vistas hermosas
desde el Aventino o el Gianicolo.
Gracias por
los amigos italianos,
siempre con la
palabra justa a flor de labios,
con el gesto intenso
de quien atesora siglos.
Con ellos he
aprendido
que la belleza
es un camino que lleva a Ti.
El bel
paese siempre será mi segunda patria,
enamorado como estoy
de sus gentes y su lengua.
Gracias, en
fin, por los amigos del Rincón,
con quienes
cada mañana dialogo
en esta inmensa
plaza de Internet.
El mundo es
más pequeño y más humano
sabiendo que están
ahí, a un click.
A punto de
emprender un nuevo viaje,
pongo en tus
manos de Padre
mi presente y
mi futuro,
que se haga
siempre tu voluntad.
Estoy sereno,
feliz y confiado,
porque sé que
un padre
nunca abandona
a sus hijos.
El pasado, el presente y el futuro
te pertenecen.
Gracias. Infinitas gracias.
GRACIAS POR TODO LO QUE HAS HECHO Y ORACIONES PARA QUE DIOS TE AYUDE A SEGUIR HACIÉNDOLAS Y CREYENDO CADA DÍA MÁS EN ELLAS.
ResponderEliminarABRAZOS Y BIENVENIDO
Qué bonita acción de gracias y qué hermoso día para hacerla. En la liturgia española se celebran estas preciosas "témporas". El Señor te precede.. adelante... En este "rincón" nos seguimos encontrando y siempre hermanando...
ResponderEliminarGonzalo: mucha suerte en tu nuevo viaje¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ y gracias a ti por seguir con nosotros en el Rincón. Un abrazo y buen viaje. María
ResponderEliminarMil gracias Gonzalo
ResponderEliminarGracias Gonzalo por tu servicio a la vida y misión de la Congregación. Adelante siempre, por los caminos del Reino.
ResponderEliminarGracias Gonzalo...,Seguimos...
ResponderEliminarGonzalo, a nombre mío y de los eudistas de Roma, un inmenso GRACIAS por todo tu apoyo y tu testimonio personal de excelencia y gran sensibilidad espiritual. El Corazón de María nos mantenga siempre unidos en el servicio de la Iglesia, donde estemos y cuando el Señor Jesús lo pida... Un gran abrazo!!
ResponderEliminarTantissimi grazie P. Gonzalo per il suo servizio di 18 anni nella curia generale. E personalmente, ti ringrazio per la sua generosita e supporto a me durante il mio studio a roma. Ti prego di buon saluto e continui di inspirare tutti gli altri con la sua vita missionaria clarettiana.
ResponderEliminarEn estas, tus últimas horas en Roma, que traduzco muy emotivas, y que nos las compartes a través de tu “Salmo de gratitud”, yo también quiero decirte: “Gracias, muchísimas gracias Gonzalo por tu testimonio” y gracias por compartir esta confianza continua con el Padre…
ResponderEliminarTe recuerdo lo que muchas veces nos has dicho: “lo mejor está por llegar”.
Puedes estar seguro que los “amigos del Rincón” estamos incondicionalmente siempre ahí, a un click…
Estés donde estés continuamos unidos en este camino claretiano que nos llevó al encuentro. Un abrazo.
Gracias por tanta vida compartida! un gran abrazo desde Buenos Aires
ResponderEliminarMuchas gracias por compartir estos momentos tan emotivos. ¡Que Dios te ilumine en tu nuevo destino!
ResponderEliminarPadre y amigo!' Gonzalo: Gracias por tanto bien y Gracia de Dios a traves de tu vida y admirable ministerio apostólico y misionero. "lo mejor está por llegar", como bien lo dices! Rema mar adentro, que El Señor es tu Guia !
ResponderEliminarseguire orando por su vida y misión sacerdotal y misionera... y aprendiendo de tus buenas noticias!
María, Nuestra Señora del Camino, guie Tu nueva misión!
Gonzalo un abrazo cordial y unidos en la oración, el carisma y la Eucaristía de cada día. Buen viaje y mucho fruto en tu nuevo envío. Ánimo
ResponderEliminarPadre Gonzalo, donde vaya lo guiarán Claret y la Virgen y lo acompañará el cariño de quienes lo hemos conocido y valorado por sus dones. Éxito en la nueva misión...
ResponderEliminarQue el Señor de la vida te bendiga, "florecerás donde te trasplanten", gracias por la luz que has compartido con nosotros. Desde Pinares altos de Covaleda, un fuerte abrazo, unidos en la oración. Jesús Mendoza
ResponderEliminarSiempre te estaré agradecida a cuánto nos has ayudado...
ResponderEliminarEn FÁTIMA habrá una oración por ti
Qué preciosidad de acción de gracias querido amigo. Has hablado de todo lo que has recibido durante estos 18 años. Lo ves todo como bueno por la intensidad y magia de tantos momentos vividos en comunidad, con amigos y en la soledad de los viajes, descubriendo el más mínimo mensaje que te pudiese dejar todo lo que has presenciado con avidez.
ResponderEliminarMuchos lo hemos disfrutado, gracias a tu generosidad a través de este maravilloso blog. Gracias a ti también. Buen viaje. Otro capítulo.
Que el Espíritu te siga acompañando, e iluminando tus pasos por donde quiera que vayas. Dios te sigue teniendo reservadas metas muy grandes...
ResponderEliminarThe world is never the same since you came.
ResponderEliminarEl Señor siga acompañando tus pasos y te muestre siempre senderos de paz, esperanza y misericordia. Fraternal abrazo.
ResponderEliminarGRACIAS, PADRE Y HERMANO EL SEÑOR Y EL CORAZON DE MARIA LE LLEVARAN DONDE ES NECESARIO AQUI Y AHORA...
ResponderEliminarGracias por tanto aporte humano y espiritual.
ResponderEliminarCelebro que siga dando tanta vida sencilla y profunda.
Deseo que la nueva comunidad se soporte en la misión.
GRACIAS.