Feliz cumpleaños

Desde que Facebook me recuerda los cumpleaños de la mayoría de mis “amigos” digitales, no hay día que no tenga que felicitar a más de uno. Si me es completamente desconocido, me limito a una felicitación de cortesía en su muro. Si lo conozco, pero no tengo una especial relación con él o con ella, añado algo más personal. Y si es un buen amigo, lo último que se me ocurre es felicitarlo a través de Facebook. Me comunico directamente con él o con ella por teléfono, correo electrónico o WhatsApp. 

Tengo la impresión de que hace unas décadas no se daba tanta importancia a los cumpleaños. Ahora se celebran por todo lo alto. Incluso los niños en los colegios se invitan unos a otros y organizan fiestas que siguen un ritual estudiado: tarjetas de invitación, globos y demás parafernalia, merienda abundante, regalos, etc. Y, por supuesto, la tarta con las velitas correspondientes. [Los soplos huracanados se han restringido bastante en este tiempo de coronavirus]. O sea, una “boda” de dimensiones infantiles. Como es lógico, esto ha desatado diversas iniciativas empresariales. ¿O ha sido al revés? En el mes de mayo cumplen años bastantes de mis amigos. Quizá por eso me ha dado hoy por escribir sobre este asunto.

En español solemos felicitarnos con la expresión “Muchas felicidades” (equivalente a la italiana “Tanti auguri”) o con otra más socorrida: “Feliz cumpleaños” (equivalente a la inglesa “Happy birthday” o a la italiana “Buon compleanno”). El francés recurre a “Bon anniversaire” y el alemán opta por “Alles Gute zum Geburtstag”. Los portugueses suelen despacharse con un “Parabens”, aunque lo más formal es decir “Feliz aniversário”. En catalán es común felicitar con un “Per molts anys” (traducción literal del latín “ad multos annos”). Los vascos lo reducen todo a un sonoro “Zoroniak”. 

Según las culturas, hay edades que se celebran con especial intensidad. En México y otros países centroamericanos tiene una gran importancia la fiesta de las “quinceañeras”. Los 18 años suelen marcar el ingreso en la edad adulta. A los 40 años uno deja de ser “añero” (veinteañero, treintañero) y se convierte en “entón” (cuarentón, cincuentón, etc.). Los 65 años indican en muchos casos la edad la jubilación. Últimamente, cuando felicito a mis amigos y conocidos, me ha dado por mandarles una simpática versión de “Las mañanitas” en la voz de mi admirado Nacho Lozano. Es un cordobés de pro, pero parece un auténtico aborigen de Jalisco. 

¿Por qué nos felicitamos cuando cumplimos años? Supongo que cada uno tenemos nuestras razones, pero, en el fondo, es un canto a la vida. Cada año cumplido significa que hemos superado todos los obstáculos que se han interpuesto en nuestro camino y seguimos vivos. Es también una oportunidad para redimir el tiempo de su rutina, como cuando en un camino aparecen algunos hitos o mojones para señalar la distancia recorrida. Es, por supuesto, una ocasión para que quienes nos quieren se acuerden de nosotros y valoren lo que significamos para ellos o para que nosotros nos acordemos de las personas que son significativas en nuestra vida y agradezcamos su cariño. Puede parecer un mero convencionalismo, pero, cuando se hace de corazón, refuerza los lazos que nos unen. Una buena celebración de cumpleaños nos recuerda que no vamos solos por la vida, que formamos parte de una caravana de peregrinos. Ya lo sabíamos antes, pero lo que no se celebra acaba por esfumarse. Y un cumpleaños es también una oportunidad para dar las gracias a Dios por el don misterioso e inmerecido de la vida y por todas las personas que ha puesto a nuestro lado.

No todos los cumpleaños son iguales. Algunos pasan sin pena ni gloria y otros cobran un brillo especial. Depende de las circunstancias, del significado de la fecha, de la sensibilidad de quienes nos rodean y también de nuestro estado de salud y ánimo. Puede que algunas personas quieran borrar de su memoria algunos cumpleaños porque están asociados a experiencias dolorosas: muertes, enfermedades, accidentes, rupturas, etc. O, simplemente, porque en ellos han tomado una conciencia más aguda de la fugacidad del tiempo y no quieren hundirse. Igual que hay gente que odia la Navidad porque les provoca sentimientos depresivos, también hay gente que odia los cumpleaños y procura pasar por ellos como gato sobre ascuas. En esta vida hay sitio para casi todo. 

No sé a qué grupo pertenecen los lectores de este Rincón. Sea como fuere, aprovecho la entrada de hoy para desear un feliz cumpleaños a todos los que los cumplen en este florido mes de mayo. Es probable que el hecho de haber nacido en plena primavera suponga un plus de energía y de ganas de vivir. Los que nacimos en invierno estamos más hechos a protegernos de los rigores de la vida. Lo dicho, feliz cumpleaños para ellos y buen fin de semana para todos. Como en Italia y en varios países de América (Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, Estados Unidos, Honduras, Perú, Puerto Rico, Uruguay, Venezuela), se celebra el Día de la Madre el segundo domingo de mayo, extiendo la felicitación a todas las lectoras de este blog que son mamás.