El pasado día 2 de junio se presentó en Colombo un libro escrito por un compañero mío de Sri Lanka. Me hubiera gustado asistir al acto, pero para entonces yo me encontraba ya en la India. De todos modos, he recibido suficiente información a través de internet para darme cuenta de la trascendencia de esa presentación y, sobre todo, del contenido del libro, cuyo largo título es Reconciliation and Peace-Building in Post-War Sri Lanka through the healing of memories and the role of the Catholic Church (Reconciliación y construcción de la paz en Sri Lanka después de la guerra a través de la sanación de los recuerdos y el papel de la Iglesia Católica). Es probable que muchos amigos del Rincón no estén familiarizados con lo que sucedió en la guerra de Sri Lanka (1983-2009) y con la grave división que se creó entre la mayoría cingalesa y la minoría tamil. Como los cristianos no están en un solo bando sino que pertenecen a ambos, están llamados a ser artesanos de paz. Mi compañero claretiano, que domina las dos lenguas (el tamil y el cingalés), ha hecho su tesis doctoral sobre este tema en un centro universitario de Chicago. El libro es fruto de esa investigación. Más allá de las circunstancias concretas de la guerra en Sri Lanka, J. M. Josep Jeyaseelan– que así se llama mi compañero claretiano– ha compartido diez convicciones que nacen de su reflexión sobre este tema. Creo que son aplicables a otros muchos conflictos que estamos viviendo hoy; por eso, las comparto con los lectores del Rincón.
- En el trabajo de reconciliación, no comiences nunca por la tuerca más difícil de desatascar. Comienza con las más suaves para ir creando una relación de confianza. Poco a poco, trata de involucrar a las personas más difíciles.
- Si quieres ser un constructor de paz, debes estar preparado para asumir riesgos calculados.
- En la construcción de la paz, no puedes ir solo. Aprende a forjar alianzas y construir redes.
- En los procesos de construcción de la paz se suelen dar tres pasos hacia adelante y dos hacia atrás. Aunque a veces te parezca lo contrario, eso significa progreso.
- Solo se construye la paz cuando se acepta y se respeta la diversidad como un regalo y no como una amenaza. Un constructor de la paz es alguien que celebra la diversidad de todo corazón.
- Para un constructor de paz, cada crisis, cada punto muerto y cada fracaso es una oportunidad. Debemos ser, pues, lo suficientemente imaginativos para encontrar nuevos puntos de entrada.
- No tienes que convertirte en un activista enojado para ser un constructor de la paz. Un verdadero constructor de la paz es alguien que está en contacto con su yo interior. Un auténtico constructor de la paz es un activista no violento, no un activista enojado.
- La construcción de la paz y la desesperanza no pueden ir de la mano. Un constructor de paz nunca debe perder la esperanza.
- Trabajar por la paz es como tomar medicina ayurvédica. Funciona, pero la cura es bastante lenta. Un constructor de paz no espera resultados instantáneos, sino que espera pacientemente hasta que se va revelando la cara auténtica de la paz.
- La paz es posible. ¡Solo debemos trabajar por ella con persistencia, dando pequeños pasos, celebrando pequeñas victorias y disfrutando de la experiencia de ser rechazados!
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