A vueltas con la felicidad

Hay días en que no hace falta multiplicar las palabras. Hoy es uno de ellos. Basta dejarse llevar por la magia de las imágenes. Es probable que varios de los lectores conozcáis el vídeo que figura al final de esta entrada. Me ha parecido tan hermosamente cruel (si es que el adverbio y el adjetivo pueden casar) que me gustaría compartirlo con todos los amigos del Rincón. No sé si calificarlo de irónico, satírico o sapiencial. Creo que pone el dedo en la llaga. Para percibir toda su fuerza es preciso es preciso activar el sonido. La banda musical no tiene desperdicio. El contraste con las imágenes es evidente. Todo es exagerado, hiperbólico, acelerado. Es la manera de sacudirnos un poco. Después de verlo, a uno se le quitan las ganas de seguir cometiendo “pecados consumistas”. Para completar la jugada, haría falta otro vídeo con las Bienaventuranzas de Jesús, aunque me temo que no es tan fácil realizarlo.

Después podemos charlar un rato sobre la felicidad, aunque quizás lo mejor sea dejarlo para otro día o repasar algunas entradas de los meses pasados. En ellas he ironizado sobre lo importante es ser feliz. Me he puesto tierno con la felicidad de lo pequeño. He vuelto a ironizar sobre el Prohibido ser feliz. Jesús me ha ayudado a entender la felicidad según Dios. El papa Francisco nos ha recordado a todos que la felicidad del sofá no es cosa de jóvenes. Y yo mismo he caído en la cuenta de que no sabía que era tan feliz. En fin, que no es necesario añadir mucho más, no sea que nos quedemos a dos velas.

¡Suerte y que los ratones no os atropellen en su frenética carrera... hacia la felicidad!