Hace unos días
confesaba mis dificultades para conectar con los millennials. Hoy quiero hablaros de un espacio de diálogo. Mis
compañeros encargados de la pastoral juvenil y de las comunicaciones han creado
una página
web que pretende ser un lugar de encuentro, una plaza joven para todos
los millennials que buscan algo diferente a lo que encuentran cada
día en el supermercado de la red. Esta página web no puede competir con otras
dotadas de los últimos adelantos digitales –tampoco lo pretende– pero sí ofrece
buenas nuevas para quienes no se
contentan con productos enlatados en los que la forma se come al fondo. En esta
página se cuentan historias de personas de carne y hueso, no de ídolos
juveniles pasados por el taller de chapa y pintura o por un tratamiento de Photoshop. Es una web cristiana, así que
la referencia a Jesús de Nazaret es esencial. Él se insinúa en las diversas
secciones con una sola pregunta: “¿Qué
buscáis?” .
El tono es importante.
Esta web –que se presenta en español e inglés– no está hecha en blanco y negro sino
a todo color porque quiere transmitir que la vida es hermosa y merece la pena
que la vivamos con intensidad. Para malas
noticias ya tenemos bastante con los periódicos digitales, que se encargan
de inventariar los desastres que producimos los seres humanos. Necesitamos
también otros medios que nos recuerden que, mientras miles de personas hacen
todo lo posible por estropear y corromper nuestro mundo, millones están contribuyendo
cada día a mantenerlo vivo. Frente a los terroristas, asesinos, corruptos, extorsionadores
y sinvergüenzas existe una legión de agricultores, panaderos, científicos,
artesanos y educadores que se encargan de poner en pie cada mañana esta
maravillosa creación. La web que hoy os presento forma parte de esta legión de
hombres y mujeres de buena voluntad que no quieren dejarse dominar por el
pesimismo, la indiferencia o la pereza. Son personas alteradas por Cristo, movidas por el Espiritu, animadas por el Viento y el Fuego, personas que dejan hablar al Corazón para ponerse cuanto antes manos a la obra.
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