Del politiqués
se viene hablando desde hace ya bastantes años. Es la jerga que utilizan muchos
políticos para parecer cultos y modernos. O, en la mayoría de los casos, para
enmascarar, a base de eufemismos y circunloquios, lo que no quieren decir “en román
paladino”. Aunque se denomime politiqués,
es una forma de hablar adoptada también por otros profesionales como los tertulianos, los profesores
universitarios, los conferenciantes, los agentes comerciales, los trabajadores sociales, algunos periodistas y también
no pocos eclesiásticos enteradillos. El principio oculto de los hablantes
del politiqués es éste: “Ya que no
podemos ser profundos, seamos por lo menos oscuros”. Para aquellos que quieran empezar a
manejarse en esta extraña jerga, el periodista Antonio Burgos ha
ofrecido un curso acelerado de politiqués
en tres niveles: primero (se
explica la importancia de esta lenguaje), segundo
(se desarrollan algunos conceptos clave) y tercero
(nivel muy avanzado, para políticos con experiencia). Como las cosas se aprenden
practicándolas, me he tomado la molestia de entrevistar a un político para que
nos hable de cómo ve la situación del mundo tras la victoria de Donald Trump.
Gundisalvus: ¿Cómo
cree usted que ha afectado la victoria de Donald Trump a la situación mundial?
Político: La pregunta que usted me formula tiene
que ser contextualizada dentro de un marco referencial amplio. No es fácil
verbalizar o locucionar una respuesta significativa a menos que contemplemos la transversalidad
de ciertos elementos cuya significatividad incide sobre algunos parámetros en
los que se ven involucrados distintos interlocutores. Poner en valor la victoria de Mr. Trump exige visibilizar su flequillo mediático sin culpabilizarlo antes de tiempo. No tendremos que esperar eventos extraordinarios sino una hoja de ruta que reporte las contingencias de una probable esponsorización expresionada con el objetivo de optimizar recursos.
Gundisalvus: O
sea, que usted no tiene una respuesta clara.
Político: Antes de responderle, tendría que referenciar
los distintos paradigmas que permiten focalizar con acierto una cuestión de
alta significatividad mediática, en base a ciertos elementos que afectan al
empoderamiento de las personas que ven en Trump un ejemplo de la posverdad que,
a modo de secuencia transversal, caracteriza y mediatiza nuestras sociedades
líquidas. Tenga en cuenta que si calendarizamos la evolución sufrida en los
últimos decenios, podemos concluir que Trump representa la emergencia de un
horizontalismo político que debe ser testado de acuerdo a una interlocución que
filtre las tendencias emergentes.
Gundisalvus: Más en concreto: ¿Cómo
cree usted que afectarán las políticas de Trump a la Unión Europea?
Político: Permítame que, en razón de la
sostenibilidad de mi discurso, comience afirmando que Trump y la Unión Europea
se hallan en posturas diametralmente opuestas. Sin tener en cuenta la psicogeografía
multicausal y transversal, se nos antoja muy complicado un análisis
polisemántico que incida sobre las causas de esta bipolaridad cuya sostenibilidad
es altamente cuestionada. Por vía declarativa le diré que las políticas
trumpianas tienen un alto componente de volatilidad ideológica que no encaja con la visualización que hacemos del ecosistema europeo, sometido como usted
sabe a altos cuestionamientos de significatividad que me cuesta verbalizar
ahora.
Gundisalvus: ¿Se
crearán más puestos de trabajo en los próximos años?
Político: Las medidas de flexibilidad laboral que
hemos implementado en base a los coeficientes de mercadotecnia nos hacen
sospechar que, si bien no podemos controlar todas las variables hipercáloricas
de las políticas agresivas continentales, no es difícil visualizar un
incremento significativo que progresivamente incida en el empoderamiento de las
personas más golpeadas por la mal llamada crisis sistémica que solo puede
comprenderse, en otro orden de cosas, en base a las políticas declarativas que promuevan
la autoorganización social para que las instituciones sean espacios de
empoderamiento popular. Como no podía ser de otra manera, la precarización del
empleo es una consecuencia de la sobrevaloración de la parte alícuota que, una
vez testada, se protocoliza según estándares internacionales.
Gundisalvus: Le
agradezco su amabilidad y, sobre todo, la forma concisa y clara de responder a
mis preguntas, siempre –claro está– “dentro de la contextualización
innegociable que hace significativa la transversalidad de su acercamiento al
asunto de la cuestión”. ¡Hasta nunca!
:DDDD
ResponderEliminarGran entrevista! trabajo investigativo arduo, sobre todo en tiempos de Posverdad los cuales nos piden una resemenatizacion de la realidad con-textualizada y co-existente!
ResponderEliminarVeo querido Gonzalo que conoces este lenguaje, precisamente para alejarla de la expresión cotidiana, de tu día a día. No se parece en nada a lo que hasta ahora he leído de tus textos. Me he reído y llorado por dentro al unísono. Gracias por hacerme caer más en la cuenta de la importancia del lenguaje sencillo, directo, profundo, cercano, comprometido, conversor, casi silencioso.
ResponderEliminarJuan
Esto es lo habitual, la técnica de hablar mucho y no decir nada.
ResponderEliminarUn saludo.
PILI Visontina