According
to Wikipedia, “Globish is a trademarked name for a subset of the English
language formalized by Jean-Paul Nerrière. It uses a subset of standard English
grammar, and a list of 1500 English words. Nerrière claims it is "not a
language" in and of itself, but rather it is the common ground that
non-native English speakers adopt in the context of international business”.
I am aware
that the point of view of Nerrière has been widely criticized. He is accused of
hiding an imperialist approach, but is quite right. The English spoken by many
non-native English speakers has become a kind of lingua franca worldwide. It is the language spoken at international
conferences, at airports, in many media ... and even in the general chapters of
religious institutes.
Bueno, quizá algún
hispanohablante haya dejado de leer el post por estos párrafos escritos en
inglés; o en Globish, ese inglés
simplificado que usa solo unas 1.500 palabras para facilitar la comunicación
internacional. Tranquilos, volvemos a la lengua de Cervantes. Y con más razón en
este año en que celebramos el cuarto centenario de su muerte.
El Globish es al
inglés tradicional lo que el griego koiné era al griego clásico. Como se sabe,
el griego koiné era la lengua que se hablaba en el mundo helenístico en el
período posterior a las grandes conquistas de Alejandro Magno. Es el griego que
usan también los escritores del Nuevo Testamento, si bien el influjo del arameo
y del hebreo se deja notar mucho en la sintaxis y en el léxico de sus
evangelios y cartas.
Alguien se
preguntará: ¿A qué vienen estas digresiones? Es sencillo. Hoy vivimos en un
mundo globalizado. La globalización necesita una lengua vehicular y ésta –por
razones que todos podemos intuir– es el inglés (o el Globish). Esto no significa que debamos renunciar a la riqueza de
nuestras lenguas maternas. En ellas habitamos como en casa porque “la lengua es
nuestra verdadera patria”. Pero es hermoso poder combinar una o varias lenguas
para hablar con los cercanos y otra común para abrirnos al mundo. En el fondo,
se trata de un asunto que tiene que ver con la tensión entre lo local y lo global
que caracteriza la existencia humana y, de una manera muy específica, la
dinámica de las comunidades cristianas (iglesias particulares-iglesia universal).
Así que, nunca es tarde para progresar un poco más en la lengua de Shakespeare
(cuyo cuarto centenario de la muerte estamos celebrando también en este año
2016), aunque sea en su versión simplificada.
Si alguien tiene
duda sobre la pronunciación de unos cuantos términos sin importancia –la eterna
batalla del inglés– puede tomarse la molestia de ver y escuchar el siguiente
vídeo. Solo los más valientes llegarán hasta el final. Os advierto que dura casi 7 minutos. Si uno supera la prueba, no es que sea un experto en Globish: ¡es que puede dar clases al mismísimo David Cameron! ¡Suerte! (quiero decir Good luck!).
that poem is a very good example of how confusing English spelling and pronunciation can be.
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