Santuario del Inmaculado Corazón de María en Madrid |
Cuando desconocemos nuestros orígenes, perdemos nuestra identidad. La sal que se vuelve sosa o la luz que se esconde debajo del celemín, ya no sirven para nada. Por es es bueno festejar lo que somos. La fiesta es una suspensión de la actividad productiva, nos introduce en otra forma de vivir. Por desgracia, en este mundo nuestro a menudo la fiesta se sustituye con el entretenimiento o, en el peor de los casos, con el hastío. Las personas y pueblos que todavía son capaces de celebrar juntos saben quiénes son y cuál es su misión en la vida. La fe es una fiesta porque no “produce” nada, pero es fuente radical de sentido.
Gobierno del instituto secular Filiación Cordimariana |
Esta tarde volveré al mismo lugar para compartir con ellas y algunos de sus amigos la Eucaristía de la fiesta. Combino estos momentos con los vividos con mi propia comunidad. Hace años se celebraba la fiesta como Familia Claretiana en el santuario del Corazón de María de Madrid. Después se fue perdiendo la tradición, aunque aún se conserva muy viva en Roma y en otros lugares. La pandemia remató la dispersión. Estoy seguro de que llegarán nuevos tiempos de colaboración y celebración conjunta. La cultura “inter” se abre paso en momentos de escasez, pero hay que empujarla un poco.
Ayuntamiento de Madrid |
El contraste con la dejadez de Roma (ciudad en la que he vivido 20 años) es evidente, aunque no pueda competir con la capital italiana en legado histórico y patrimonio monumental. Cada día descubro en esta ciudad algo nuevo que atrae mi curiosidad. Lo malo es que el verano es la peor estación para recorrerla, a menos que se haga durante las primeras horas de la mañana o las últimas de la tarde. En cualquier caso, con calor o con frío, con lluvia o con sol, Madrid es una ciudad en continua evolución, en la que cualquier persona, venga de donde venga, se siente en su casa desde el primer momento, aunque esto, por desgracia, no es tan fácil para muchos inmigrantes que no tienen trabajo o malviven con ocupaciones precarias. Esta debería ser una de las prioridades del nuevo ayuntamiento.
Feliz fiesta del Inmaculado Corazón de María
a todos los lectores de este Rincón.
Sorprendida del título de hoy “María y Madrid empiezan por M”, después de leer la entrada he entendido como podemos ver alguna relación.
ResponderEliminarDe Madrid, dices que cada día descubres en esta ciudad algo nuevo que atrae tu curiosidad… En María, también nos invitas a descubrir algo nuevo, a verla desde “el otro lado”… Destacas tres momentos de María: la anunciación, la visitación y la crucifixión de Jesús… Intuyo que si nos dedicamos a profundizar en ello, y no es cuestión solo de momentos, podremos descubrir, con más profundidad, quién es María, esta “madre” de todos.
Gracias Gonzalo por hacernos partícipes de esta fiesta del Inmaculado Corazón de María.
Gracias Gonzalo por inculcarme junto a otros claretianos ese amor a la Virgen y a su Inmaculado corazón. Eso no se pierde nunca. Da fuerzas y vida
ResponderEliminarFelicidades con retraso
¡Felicidades Gonzalo !,
ResponderEliminara tí , y a la "Familia claretiana".... De eso se trata, de poner corazón en lo que hacemos ,y hacer saltar la chispa de Jesús y María alentadora, en tanto corazón sin latido:.¡ Nos necesitamos Tod@s !
como sola alma y corazón, en este Hospital de campaña ,que es la Vida( Papa Francisco). Seamos: "Corazón sirviente" ( Brotes de olivo) con gozo y sencillez.
¡Felicidades y Gracias ! hermanit@s.