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jueves, 29 de marzo de 2018

El amor se llama proximidad

He tardado un poco más de la cuenta en publicar la entrada de hoy porque quería hacerlo después de haber participado en la Misa Crismal presidida por el papa Francisco en la basílica de san Pedro. He ido con mucho tiempo de antelación porque me temía que este año los controles iban a ser más rigurosos debido a los rumores de un posible atentado terrorista en Roma. Sin embargo, todo ha transcurrido con mucho orden y fluidez. A las nueve en punto, con la basílica llena de cardenales, obispos, sacerdotes y un buen nutrido grupo de laicos, ha comenzado el canto de la hora tercia en latín. Había una armónica alternancia entre la schola (el coro) y la asamblea. Un poco antes de las nueve y media ha comenzado la procesión desde el fondo de la basílica. Me ha sorprendido ver a varios cardenales conocidos (Bertone, Ruini, Re, Kasper, etc.) muy envejecidos. Al papa Francisco, que cojeaba ligeramente, se lo veía fresco, aunque a lo largo de la ceremonia ha tenido que beber varias veces un poco de agua para aclarar la voz. Todo ha transcurrido con el orden y la belleza a que nos tienen acostumbrados en el Vaticano. Confieso que este año me ha gustado mucho la homilía del papa Francisco.

Todo ha girado en torno a las categorías de fedeltàvicinanza. Por el momento, me detengo en la última. Esta palabra italiana suele traducirse por cercanía, pero yo prefiero traducirla por proximidad, porque de esta manera se ve más claramente la relación con el término próximo/prójimo. Me parece una hermosa y profunda manera de acercarnos al misterio que se celebra en este Jueves Santo. Jesús, antes de su muerte, ha querido expresarnos su proximidad lavando los pies a los discípulos, dejándoles su cuerpo y su sangre como memoria permanente e invitándolos a hacer del amor la ley suprema de la vida. El amor se puede entender de muchas maneras. En la sociedad del individualismo y del aislamiento, la nota de la cercanía/proximidad lo hace muy concreto, muy visible. Amar significa estar cerca de las personas, mirarlas, dirigirles la palabra, tocarlas. No se puede amar “a distancia”, como si uno temiera el contagio de un virus peligroso. Dios se acerca a nosotros en Jesús porque nos ama. También la Eucaristía es un símbolo bellísimo de proximidad, hasta el punto de que el Cuerpo de Jesús se funde con el nuestro, se convierte en carne de nuestra carne. El servicio no queda reducido a una función burocrática. Jesús lo ha simbolizado con el lavatorio de los pies. Lavar significa tocar. También aquí la proximidad física simboliza un servicio que entra en contacto físico con la persona y, a través de este contacto, con su misterio más profundo. 


No es extraño, pues, que hoy, Jueves Santo, día en que la Iglesia conmemora también la institución del ministerio sacerdotal, el papa Francisco nos haya propuesto a todos los sacerdotes que ejerzamos nuestra vocación con proximidad, que estemos muy cerca de la gente, que invirtamos nuestro tiempo en escuchar a los niños, a los jóvenes, a los adultos y a los ancianos, que seamos personas próximas a todos (incluidos los no creyentes y quienes se sienten muy lejos de la Iglesia). Esta proximidad se expresa de manera especial en el acompañamiento espiritual, en la confesión y en la predicación. Si leéis el texto de su homilía, encontraréis apuntes muy sugerentes sobre cada una de estas funciones ministeriales. Cuando, al cabo de casi dos horas de celebración, he cruzado el Portone di Bronzo para salir a la plaza de san Pedro, he sentido que era más primavera que al entrar, como si la hermosa Misa Crismal me hubiera ungido de alegría y de esperanza. Me he propuesto cultivar todavía más mi proximidad a la gente como símbolo de la proximidad que Jesús tiene conmigo. Ya sé que la proximidad nos hace vulnerables, pero esa vulnerabilidad convierte el amor en un misterio maravilloso. Feliz fiesta a todos y, de manera especial, a mis hermanos sacerdotes de todo el mundo.

1 comentario:

  1. Gonzalo, doy gracias de tu sacerdocio, de tu vida de servicio... Gracias. Un abrazo

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